Un momento.
¿Quién eres tú?
¿Acaso te ha enviado el Tiempo?
¿Para cumplir su universal promesa?; te advierto, no será fácil.
¿Quién sabe?; pues aún no has notado mi existencia.
Pero ese debe ser tu propósito; no he visto a nadie que se asemeje menos a mí.
Eso significa que debería odiarte; y tú a mí.
Miraré con más atención.
¡Qué extraña fascinación!
Ese odio que siento por ti, no lo había experimentado antes; eres realmente todo lo opuesto a mí.
Por lo tanto, nada hay que atente tanto contra mi existencia como tú.
Debo ser cauteloso.
Ya que, aunque aún no has hecho nada, estás atacándome de alguna manera.
Pareces estar interrumpiendo mi autosuficiencia.
¿Cómo?
¿Qué extraño poder posees?, ¡que con el sólo hecho de existir me modifiques!
Nuevos anhelos brotan de mi nuevo ser.
¡Y tú tienes la culpa!
Oh; el yo que era autosatisfactorio y atemporal, ha pasado a estar hambriento y lleno de nuevas necesidades.
Este odio se convierte en deseo.
Creo que ya lo he sentido antes; eres como un nuevo objeto, un nuevo medio, cuyo fin es mi nueva satisfacción.
No; hay algo más; es otra cosa.
Será; ¿amor?; ¡no!, ¡imposible!
Sólo amo a mi propio yo, y a aquellos que en algún grado lo poseen.
Y tú… tú no tienes nada que se asemeje a mi yo.
¿Será acaso, que mi yo… ya no me basta?
Ahora parezco ser yo quien atenta contra mí mismo.
Sin embargo, tú estás allí.
¿Existirá acaso, la posibilidad de que estés sufriendo del mismo dilema?
En ese caso, sí tendríamos algo en común.
Tal vez debería ir a donde estás.
Tal vez no.
¡Pero tal vez!
Tal vez tú seas la prueba de que el yo que amo, en su perfección, está condenado a la extinción.
Mi yo tiene sus respuestas; pero también sus preguntas.
Y tu yo, es opuesto al mío.
Tal vez tus respuestas son mis preguntas; y tus preguntas, mis respuestas.
Tal vez esta sensación sea una nueva forma de amor.
Tal vez nuestra totalidad propia, sea sólo la mitad de una totalidad más grande.
Tal vez nuestra perfección, nuestro infinito individual, sea la mitad de una nueva perfección; de un infinito más grande.
Tal vez uno más uno, de cómo resultado un nuevo uno.
¿Será entonces, que el inexorable tiempo a quien tanto temía; tenía razón?
En ese caso; estoy comenzando a entender.
Comienzo a entender que te amo.
Te amo con un amor que subordina mi propio interés y mi propia preservación.
¡Quién soy yo cuando junto a ti podría dar a luz un nuevo Universo!
¡Un nuevo Universo, mediante el cual nos volveríamos uno junto al tiempo!
¡Un nuevo y superior Yo!
¿Podría ser, que nos conozcamos, al punto de que nuestras naturalezas, nos permitan al menos intentar tal aventura?
Sólo debo ir a donde estás y preguntártelo.
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Un Nuevo Mito
PoetryCamínate a ti mismo, y verás cómo la Humanidad se levanta y camina contigo