Himno De La Nada

16 1 0
                                    

Más allá de todo comienzo,
Más allá de todo final;
De los límites del longevo  Universo,
Y de esta  tan cómoda vanidad.

Dime…
¿Qué ves?

Sólidas carne  y sangre,
Férreas idea y  voluntad;
Casas, sobre inciertos arenales,
De partículas que  están y no  están.

Y dime…
Eso… ¿qué  es?

Oh todopoderosa  Nada;
Desde ti, y  hacia  ti  marchamos;
Y en los costados  del camino,
¡Siempre algo nuevo encontramos!

Dioses del  día y de  la  noche,
Rueda de  muerte  y resurrección;
Son todos  hijos y servidores,
De la  más grande  diosa, llamada Ilusión.

Entonces dime…
¿Y nosotros  qué?

Elevar  los ojos y  las manos,
Desplegarse  como  una bella flor;
Y apegadamente  marchitarse,
O aniquilarse,  en la iluminación.

Y ahora dime…
¿Qué vas a  hacer?

Oh todopoderosa  Nada,
Tu  sincera  mano tomamos;
Y hasta que se  cierre el  anillo,
¡Riendo,  y llorando,  danzamos!

Sin  embargo, no te  confundas,
Come, y bebe,  y no dejes de amar;
Siempre camina, aprende  y vive,
Sólo a  ella, debes  tu  oportunidad.

Y cuando finalmente despierte;
Y se te rebele su  simple faz,
Contémplala humildemente,
¡El Todo,  es su  otra mitad!

Oh todopoderosa  Nada;
Este bonito sueño  te ofrendamos;
Y si  al  despertar,  aún nos recuerdas,
¡Algo muy  bueno,  entonces logramos!

Un Nuevo MitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora