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  ¡Nacimiento!
  El gran huevo se abre, y saca el Cosmos su infinidad de brazos; cada dedo dibuja los primeros billones de trazos; desbordante espuma de datos; inflándose; expandiéndose, y apresurándose a hacer emerger, hilar y tejer la tela; donde se proyectará el tan esperado relato.

  Y cada condición se va dando, seguida por sus correspondientes actos; insignificantes impactos sobre la joven pantalla; pero determinantes y acumulados; instantes emergidos de los compases del tiempo, y los elegantes ángulos del recién desplegado espacio.

  Lo largo, lo alto y lo ancho; futuros, presentes y pasados; y datos; siempre datos; funciones, ecuaciones, y cuatro fundamentales interacciones calibrando, delineando, y dando a conocer su pacto.

  La sanción; la aprobación, y la ejecución de nada más que aquello que desde un comienzo se ha acordado; una magna y totalizadora carta; una constitución; el origen y fuente de toda legislación; y sus diez mil primeras ramas; fractalizadas paletas, que a la gran tela ya están pintando.

  Cuatro fuerzas; cuatro bellas personalidades jugando, y una misma institución; omnipresente, omnisapiente y omnipotente; aquí, y allí; y siempre; la gran paridora de leyes; la eterna   Razón, ya ha hablado.

Un Nuevo MitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora