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  Y devinieron todos, el espacio, y la materia; junto al infaltable tiempo, de mil maneras.

  Y vinieron las leyes, y sus códigos; con más refinados parámetros de existencia.

  Y vinieron nuevos cuerpos, y sus elementos; con los activos, y reactivos enlaces de sus esencias.

  Y gradualmente; con sus días y noches, vinieron; finalmente, los cielos, y las tierras.

  Y, naturalmente; vino en ellos, la posibilidad; de superar sus propias naturalezas.

  Y como siempre, espacio y materia; cielo y tierra, marchando; deviniendo; y redoblando la apuesta, se fecundan; y generan.

  Y dicen:

  ¡Vengan!; desde la centralidad del Ser; a nuestras desbordantes periferias, conforme a nuestra imagen; semejanza y esencia, el caliente soplo de todos y cada uno; soplemos, moldeemos, y avivemos nuestra materia; y con ella, nosotros; nuestra dinastía; en un nuevo devenir; llamado Vida, con el que experimentaremos aún mejores Eras.

  Que se levante, que ande; y que, por encima de todo, ¡Sea!

Un Nuevo MitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora