La Espiritualidad Mística Yang

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  He cubierto mis necesidades más inmediatas.
  Me encuentro lleno de energía, y aun así no me siento del todo liberado; ¿por qué?
  Ya no soy ese recipiente vacío que sólo podía esperar ser llenado; ya no; ya mi realidad es todo lo opuesto.
  Pero mi contenido burbujea y presiona para salir.
  Antes en mi estar vacío, nada sentía, nada era; y ahora soy, ¡mas no quiero sólo ser!
  Quiero derramarme, desparramarme por el mundo; e interpretar sus reacciones.
  ¡Quiero correr, buscar, experimentar!
  ¡Yo quiero!
  Se me abren miles de nuevas necesidades que quiero experimentar y cubrir.
  Usaré mi energía en experienciar el mundo; y tomar de éste los nuevos frutos que necesite.
  Tú Argentavis; vuela de un horizonte a otro; no dejes que te alcance, pues el deseo es mi mayor motor y placer.
  Si no te veo, mi energía me proveerá de nuevos ojos.
  Si no te oigo, me hará oír lo inaudible.
  Si no te alcanzo, construiré alas para desligarme del suelo.
  ¡Y si no te toco, colonizaré nuevos mundos!
  Nunca estaremos tan lejos y a la vez tan cerca; como cuando te me reveles como símbolo.
  En mi deseo se derrama mi energía; y en saciarlo, aumenta mi capacidad de producirla en mayores cantidades.
  Ayer fui el vacío, la nada.
  Hoy soy; soy energía, voluntad; soy potencialidad.
  Y el mundo, el universo; se me muestra como un sinnúmero de recipientes que piden ser llenados; y en los cuales derramarme.
  Y otro sinnúmero de conciencias, con las cuales interactuar.
  E intercambiar mis energías.
  ¡A por ellos voy!


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