La Ciencia Empírica

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  Voy caminando por el mundo, sin embargo, suelo estar caminando por miles de mundos.
  Aun así, voy caminando por este mundo.
  Éste mundo, junto a otros miles de mundos.
  Pero he elegido este mundo.
¿Cuál es éste mundo?, ¿y cuáles son los otros?
  Los otros mundos…
  Algunos me fueron puestos por otros, y los caminaba.
  Otros fueron puestos por mí, y los caminaba.
  Algunos me gustaban, y entonces los caminaba.
  A algunos no quería caminarlos; pero los caminaba.
  Otros aún me gustan, suelo caminarlos; y probablemente siga haciéndolo.
  Sin embargo, aquí y ahora, camino por éste mundo; el mundo material.
  Algunas cosas de este mundo me gustan, y otras no.
  Algunas me atemorizan, y otras no.
  Hay quienes caminan por este mundo, creyendo que es otro.
  Otros, caminan por otros mundos, creyendo que es éste.
  ¿Cómo puedo saber si no me sucede lo mismo?
  Tal vez yo le doy más importancia a la experiencia.
  Experimentando este mundo, y los demás, emergen sus leyes.
  Éste mundo parece ser una construcción de mis sentidos.
  Mis sentidos lo ven, tocan y sienten. Lo saborean, lo disfrutan, y también lo sufren.
  Sus contenidos me son mostrados, y nuevamente sus leyes emergen.
  Una y otra vez, lo experimento, y mi mente lo construye.
  Y mis pies lo caminan.
  Ellos también han caminado por los otros mundos, y saben que se siente diferente.
  Pues en su caminar emergen las leyes que lo posibilitan.
  Algunos mundos, tienen muy pocas leyes, y al Caos le da lo mismo si están o no.
  Otros mundos, tienen demasiadas leyes, y éstas suelen estorbarse y contradecirse entre sí por ser la favorita del orden.
  En esos mundos mi Yo puede ser el todo, y puede convertirse en la nada; puede ser el creador y la creación.
  A todos esos mundos puedo entrar y salir las veces que quiera y necesite.   Incluso puedo dedicar mi vida a ellos, como también borrarlos de ella, y hasta hacerlos renacer; y volver a caminarlos.
  Pero aquí y ahora, los pies de mis sentidos le dicen a mi Yo, que este mundo es especial.
  Éstos mismos sentidos, me han hecho experimentar lo ordenado y caótico de este mundo.
  Incluso me han hecho experimentar su evolución.
  Y, sin embargo; las leyes que de él emergen, y sus fenómenos, aun sus contradicciones se encuentran en armonía.
  Pero lo más especial de este mundo, es que es el mundo común; en el que todos caminamos; sin importar los mundos que prefiramos en nuestras intimidades, en éste mundo nadie puede negar al otro.
  Aquí y ahora, este es el mundo contenedor de cada uno de sus caminantes; portadores y comunicadores de miles de otros mundos.
  En esta mundana interacción, de cada uno de esos caminantes, lo mejor de esos mundos internos; de esos reinos, puede descender a este mundo; y renovarlo.
  Y la experiencia, no sólo mía; sino de incontables, me dice que este es el único mundo que mi Yo no puede negar del todo, y seguir caminándolo.
  Puedo  saberlo,  porque  puedo  experimentarlo;  y  puedo experimentarlo porque soy  parte  de él.

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