Anastasia Dunne nunca le había hecho falta nada, siempre había sido una niña que destacaba por su belleza y su hermosa sonrisa. Lamentablemente no por tener buen apellido y una gran familia, significaba que no sufría: "El dinero no te libra de un da...
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Los Dunne y los Cuthbert se unieron para pasar su día en la playa, Anne y Anastasia se levantaron dejando que el aire golpeara con su rostro. El sombrero de Ania salió volando y la chica soltó una carcajada.
-¿No es el día más hermoso que ha habido? -Dijo Anastasia en tono soñador
-¡Amo el otoño! -respondió Anne- Sencillamente me encanta
-¡Me alegra tanto vivir en un mundo donde hay octubres!
-¿Ania tu habías ido a la playa? -preguntó Anne
-Cuando era muy pequeña -admitió- creo que Aidan tiene más recuerdos ¿No es así hurón?
Ania y Anne miraron a Aidan
-Definitivamente -Aidan miró a Anne- la pobre Anastasia se tomaba el agua del mar
Anne y Aidan empezaron a reírse sin parar
-Dejen de reírse -dijo avergonzada- estaba chiquita
-Lo siento Ania -contestó Anne aún riendo- Pero te imagino dentro del agua y me causa gracia
Aidan volvió a reír con Anne. Anastasia bufó.
Cuando llegaron a la playa, Aidan bajó primero, tomó a su hermana y Anne de las piernas y las llevó sobre sus hombros. Las chicas reían descontroladas.
-¡Aidan por favor! -gritó Anastasia mientras reía
-¡Me voy a caer! -dijo Anne riendo
-¡Anne no sabe nadar! -gritó Marilla
Aidan corrió hacia el mar mojándose el pantalón, y de un salto aventó a las chicas al agua. Rápidamente tomó ambas de la cintura mientras Anastasia y Anne reían descontroladas.
-¡Vengan! -gritó Anne que seguía sosteniéndose de Aidan- ¡Esto es maravilloso!
Ania empezó a nadar hacia su amiga, Anne estaba tan feliz que empezó a caminar más rápido dentro del agua. De un momento, la pelirroja se hundió.
-¡Aidan! -gritó Ania asustada
El rubio volteó y se sumergió ignorando los gritos desesperados de Marilla, rápidamente Aidan salió con Anne en brazos. La pelirroja tenía una sonrisa imborrable.
Anastasia se acercó
-Anne ¿Estás bien?
-Me emocioné tanto que olvidé que no sé nadar -dijo la pelirroja
Aidan y Anastasia rieron. Matthew ya estaba dentro del agua, ayudando a Anne a nadar, Aidan giró peligrosamente hacia su hermana y le sonrió. El rostro de Anastasia cambió.
-No -dijo alejándose de su hermano
-Si -contestó Aidan acercándose
Anastasia nadó lo más rápido que pudo para alejarse de su hermano, pero este se sumergió alzándola por los hombros. Ania soltó un grito mientras se sostenía de las manos de su hermano.
-¡Chicos! -gritó Albus
-¡Papá ayúdame! -dijo Ania riendo
-¿Lista? -preguntó Aidan divertido
Anastasia se aferró más a su hermano
-No... no hurón -Aidan empezó a balancearse- ¡Hurón!
El rubio había aventado a Anastasia de nuevo en el agua, la rubia salió rápidamente tomado una bocanada de aire mientras su hermano reía a carcajadas. La rubia entrecerró los ojos y se abalanzó al chico sumergiéndose al agua.
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Andrómeda y Marilla habían preparado pan y galletas para su tarde en la playa. Todos se encontraban sentados alimentándose, Aidan le puso una cobija a su hermanita en los hombros cubriéndola.
-¿Saben qué haría perfecto este año? -dijo Anne
Todos la miraron
-Usar el dinero de la cosecha para comprar a Burty -concluyó
-Tenemos que pagar el préstamos antes -contestó Matthew
Anastasia miró a sus padres
-Se que no es asunto mío pero, ¿Por qué no quieren ayuda? -preguntó Albus- Ania me comentó casi todo y los Dunne estamos dispuestos ayudar
Marilla y Matthew se miraron
-Gracias por su oferta -Dijo Matthew- pero estamos casi seguros de que tendremos suficiente
Andrómeda tomó la mano de Marilla
-Cualquier cosa, estamos aquí para ayudarlos -dijo con una sonrisa
Marilla le correspondió.
Anastasia miró hacia su bolso y vio la bufanda de Gilbert, ella la tomó con delicadeza y se levantó caminando hacia la orilla del mar.
Anne la siguió.
-Amo esta playa -dijo cuando Anne llegó a su lado- me encanta mirar al horizonte e imaginar todos los otros lugares que hay en el mundo...
Anne y Anastasia unieron sus manos
-¿Qué crees que esté haciendo? -dijo Ania sin quitar su vista del mar
-Probablemente esté ahora en un lugar paradisíaco lleno de aventura -contestó Anne
Ania sonrió al imaginárselo
-¿Lo extrañas? -preguntó Anne mirando a su amiga
Anastasia no quitaba su vista del mar, pero sonrió ante la pregunta de su amiga
-Con toda mi alma...
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Del otro lado, Gilbert Blythe observaba en intenso mar azul. El océano le recordaba a los ojos de Anastasia, él también tenía la bufanda de la chica entre sus manos.
La acercó a su rostro confirmando si el olor de Anastasia seguía ahí, cerró los ojos y sonrió. Él la miraba a través del mar, de sus ojos y de su esencia.
La extrañaba.
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Los Dunne y los Cuthbert habían regresado de su día en la playa, Anastasia estaba recostada en su cama jugando con la bufanda de Gilbert.
Ella se sentía tan tonta por nunca soltarla, pero de verdad lo extrañaba y hacía sentirlo cerca.
-Odio extrañarte Gilbert Blythe -dijo para sí misma- en serio lo odio... pero no puedo evitarlo
