Anastasia recorría con la mirada la vacía habitación de su hogar en Nueva York, se iría. La familia Dunne quería empezar de cero y dejar atrás el doloroso pasado de cada uno de los integrantes, pero más el de la pequeña Anastasia.Días después de lo ocurrido, la joven se rehusaba a dormir sola, ya que al momento de cerrar sus tristes ojos azules sólo aparecían imágenes de su tortura. Podía verlo, escucharlo y sentirlo... todo el dolor regresaba y no estaba dispuesta a pasar un día más en la gran casa Dunne, ni en Nueva York.
Según su padre, la Isla Príncipe Edward sería el lugar perfecto para iniciar su vida de nuevo. La antigua casa de sus fallecidos abuelos estaba ahí y a los señores Dunne les parecía una buena idea regresar, sobre todo para cuidar de Ana, ambos creían que llegar a otro lugar la distraerá un poco de su dolor.
Sus padres se asomaron a la puerta para verla, estaba ahí. Cruzada de piernas mientras jugaba con la tapa de su libro, giró su cabeza al escuchar como la puerta rechinaba al abrirse.
-Hola preciosa, ¿Estás lista? -dijo Andrómeda, su madre
Anastasia no contestó, estaba perdida en sus propios pensamientos. Tenía miedo.
-Ana -llamó su padre- quiero decirte que... -la joven lo interrumpió
-Anastasia, papá -soltó con fuerza- mi nombre es Anastasia, no quiero que nadie me vuelva llamar con diminutivos -la chica giró con lágrimas en sus ojos- Soy Anastasia Dunne ¡No me vuelvan a llamar Ana!
Y se rompió.
La familia se acercó a Anastasia para abrazarla, Aidan fue el primero en abrirle los brazos a su hermana y acariciar su cabello. Después se unieron sus padres; los cuatro estaban rotos, sentían como su interior era desgarrado, los hombres tenían la obligación de ser fuertes para Anastasia y ayudarla poco a poco a sanar su corazón.
-Los mataré con mis propias manos -dijo su hermano con rencor
Anastasia lo miró con ojos tristes
-Ellos no merecen que manches tus manos de sangre Aidan -explicó la rubia- yo te necesito aquí, conmigo
Su hermano limpió algunas lágrimas de sus mejillas
-Prométanme que nunca se van alejar de mi -pidió la chica con sus ojos rojos de tanto llorar
-No te dejaré, ni te abandonaré. Hasta que encontremos el final del cielo, observemos todas las estrellas, contemos cada gota de lluvia... Los Dunne estarán juntos -repitieron los cuatro antes de unirse de nuevo en un abrazo
-Te amamos Anastasia -dijeron sus padres al unísono- Te amamos Aidan
-Los amamos -contestaron los hermanos sin dejar de abrazarse
Después de un largo rato; Aidan y el señor Dunne terminaron de subir todas las cosas en la carreta. Anastasia caminaba a paso lento hacia ellos mientras se despedía mentalmente de su hogar, a pesar de ya no querer estar ahí se sentía en la necesidad de guardar cada detalle en su memoria.
Ahí había pasado sus mejores momentos a lado de su hermano y también los peores. Pero muy dentro de ella, quería irse y cambiar de aires aunque fuera la cosa más difícil del mundo.
La familia estaba segura de que Avonlea cambiaría totalmente a la pequeña, o eso esperaban. Sabían que el proceso era difícil y más para Anastasia, pero deseaban con toda su alma que ahora que se mudarán, el corazón de la chica pudiera poco a poco, sanar.
Anastasia estaba perdida en sus pensamientos, escribir e inventar historias siempre había sido una de sus actividades favoritas y poco a poco está regresando a su habitual hobbie. Aunque las primeras historias fueron creadas desde su mala experiencia.
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𝐀𝐍𝐀𝐒𝐓𝐀𝐒𝐈𝐀 - 𝒈𝒊𝒍𝒃𝒆𝒓𝒕 𝒃𝒍𝒚𝒕𝒉𝒆
FanfictionAnastasia Dunne nunca le había hecho falta nada, siempre había sido una niña que destacaba por su belleza y su hermosa sonrisa. Lamentablemente no por tener buen apellido y una gran familia, significaba que no sufría: "El dinero no te libra de un da...