"Adiós, William y Beverly Jones"
Los gritos de la más pequeña de la familia se escuchaban en toda la casa Dunne.
Era de noche, y Ania se aferraba con fuerza a las sabanas de su cama mientras el dolor de perder a dos personas que ama la carcomía.
Habían pasado apenas dos días de la ceremonia de despedida a los hermanos Jones, y Ania seguía sin conciliar el sueño. Le dolía. Le dolía haberlos perdido.
Lo peor es que ni siquiera lo entendía en aquel momento. No sabía que William y Beverly se irían, no sabía que la estaban dejando para siempre y le dolía no poder despedirse.
"Si tan solo les hubiera dicho lo muy importantes que eran para mi". Pensó Ania, pero ya era demasiado tarde.
— No estoy lista para dejarlos ir
Los brazos de su hermano la rodearon con fuerza, Anastasia volvió a romperse. Sus brillantes ojos azules observaron con tristeza a sus padres.
— ¿Por qué? ¿Por qué tengo que vivir entre tanto sufrimiento? — Se preguntó Ania.
Antes de soltarlos completamente tiene que aceptar lo feliz que la hicieron en su momento, las incontables risas, sonrojos y lágrimas, la hicieron feliz, ese pequeño lapso de tiempo en el que estuvieron juntos, Ania lo disfrutó al máximo.
— Hay amores y personas tan fugaces en nuestra vida, que solo queda pedir un deseo — Le dijo Aidan
— Deseo que vuelvan
Impaciente de pensamientos, con el llanto comprimido, el corazón en la boca, el cuerpo tiembla y sus sentimientos empiezan a derrapar.
— ¡QUIERO QUE VUELVAN! -Gritó Ania con desesperación
*****
Anastasia se encontraba atrapada en un bucle infinito entre la negación y el dolor emocional, vuelve a empezar el ciclo, una y otra vez, sin llegar nunca a superarlo.
La despedida a los hermanos Jones había sido hace dos semana, Ania ya no gritaba en las noches, pero lloraba en silencio.
Ahora, se encontraba en el jardín de su hogar, su respiración se volvió inestable y sus labios empezaron a temblar.
— Visítenme en mis sueños, por favor no me dejen -Pidió Ania, con la esperanza de que la escucharan
Los va extrañar; se extraña a quien no puedes ver nunca más que nunca más vas a escuchar su voz, ni poder abrazar, extrañará a esos hermanos que la hicieron feliz.
El crujir de una ramita se escuchó detrás de Anastasia, la ojiazul volteó rápidamente y se encontró con Gilbert.
— Tú me dijiste que estarías siempre para mi, y lo cumpliste. Yo quiero hacer lo mismo — Le dijo el azabache
Las palabras de Gilbert tocaron el corazón de Ania, un pequeño puchero que retenía las lágrimas apareció en el rostro de la chica.
Pero no duró mucho, porque volvió a romperse.
— Se fueron — Dijo Ania en un hilo de voz
Gilbert no dijo nada, solo se acercó a Anastasia y la abrazó con fuerza; así como ella lo había hecho cuando su padre se fue.
Él le regaló lo único que Ania necesitaba en ese momento: un abrazo.
*****
Anastasia se levantó de la cama sin conseguir dormir, el frío césped la hace estremecer cuando sale al jardín.
La noche es fría e interminable. La soledad la abruma y la opresión en el pecho no desaparece. Ania, se sentó en el jardín de su hogar con un montón de hojas alrededor de ella.
Llevaba semanas escribiendo, escribiendo para los Jones. Pues en ese momento, era la única manera de Ania de poder descargar sus sentimientos.
Les escribió a William y a Beverly. A esos hermanos que peleaban, a ese chico pacífico y relajado, y a esa chica castaña llena de locura y pasión.
Es hermosa. La luna con su belleza esplendorosa me saluda y me hace compañía, le hablo de ustedes como siempre. Siento que me escucha atentamente y que su brillo se va escondiendo a medida que pasan las horas.
Su risa ya no me hace compañía como antes, ya no me protegen ni me hacen sentir en casa. Ya no me salvan de esas tormentosas voces que me hacen acabar conmigo mismo.
Pierdo la noción del tiempo cada vez que hablo con ella de ustedes, teníamos y tenemos una complicidad única.
Ustedes son mi luna.
El sonido agudo del reloj me hacen volver al mundo real y al ver que su brillo se apaga me doy cuenta que ha llegado la hora, debo decirle adiós.
Debo volver al mundo real lleno de luz, debo volver a esperar las horas necesarias para volver a hablar con ella.
Me despido de ella como siempre suelo hacerlo, le pido que los cuide y les mande saludos, le pido que les haga compañía y que les cuente los cuentos que yo le cuento a ella, a ver si se dan cuenta que realmente son míos.
Le pido que vele por sus sueños y que les entregue todo mi cariño.
Y entre lágrimas y sollozos me despido de ustedes, de todo el amor que les tengo y de esta triste chica que no hacia más que quererlos con todo su corazón.
— Despedirme de ustedes no significa que me alejaré y los olvidaré, ustedes son parte de mi, una pequeña luz que vive dentro y siempre estarán aquí. — Dijo Ania.
Anastasia dobló el papel y secó algunas lágrimas de sus mejillas.
— Adiós, William y Beverly Jones. Agradezco a la vida haber coincidido con ustedes, pero, ahora tengo que seguir. Gracias por su amor, su tiempo y su paciencia. Me despido, no sin antes decirles, que fue un placer amarlos.
Ania sonrió hacia la luna y se sintió feliz. Tranquila y amada. Porque William y Beverly Jones estarán siempre con ella.
William y Beverly Jones siempre estarán amándola y guiándola con su resplandeciente luz.
*****
¡SORPRESA!
Tenía muchas ganas de hacer un capítulo extra de "Anastasia" y me dieron esta idea: Ania despidiéndose de William y Beverly.
Me emocionó tanto la idea que terminé de escribirlo en poco tiempo.
Espero que lo hayan disfrutado y si tienen alguna idea de otro capítulo extra para "Anastasia", no duden en ponérmelo aquí.
¡Gracias gracias! Lxs quiero un montón.
xoxo,
Wendy.✨
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𝐀𝐍𝐀𝐒𝐓𝐀𝐒𝐈𝐀 - 𝒈𝒊𝒍𝒃𝒆𝒓𝒕 𝒃𝒍𝒚𝒕𝒉𝒆
FanfictionAnastasia Dunne nunca le había hecho falta nada, siempre había sido una niña que destacaba por su belleza y su hermosa sonrisa. Lamentablemente no por tener buen apellido y una gran familia, significaba que no sufría: "El dinero no te libra de un da...