Brooklyn; New York, 1890
La pequeña Ana estaba recostada en las piernas de su madre mientras leían un libro en su habitación, ambas están siendo admiradas desde el marco de la puerta por los hombres de la casa; Albus, su padre y Aidan, su hermano mayor.
Los dos varones amaban la hora de lectura en familia y cómo la pequeña Ana hacía ademanes cada que pasaba algo "lleno de aventura" como decía ella.
Ana lo tenía todo; una madre amorosa, un padre que cuidaba de ella y su hermano que aunque a veces llegaba a molestarla, la amaba con todo su corazón.
Se podría decir que eran la familia perfecta; porque para los Dunne lo más hermoso de su linaje, de la vida y de una familia, es la felicidad y las muchas sonrisas que pueden crearte todos los días.
Eso les duró muy poco; un cristal roto e intensos golpes en la puerta interrumpieron la lectura de las señoritas. Los hombres se pusieron en alerta mientras la pequeña Ana miraba a todos lados con terror.
Albus fue el primer en caminar lejos de la habitación para confirmar qué había pasado y quién había provocado esos desastres; "seguramente una mala broma" pensó.
-Papá no vayas -rogó la pequeña Ana mientras observaba a su padre alejarse- Aidan...
Su hermano se acercó a paso rápido a la pequeña y depositó un beso en su frente, hizo lo mismo con su madre y después las miró intentando tranquilizarlas.
-Todo estará bien -dijo el joven tomando la mejilla de su hermana- buscaré a papá
Su madre, Andrómeda. Abrazó a la pequeña sin despegar su mirada de la puerta; Aidan la había cerrado pero unos segundos después se abrió de golpe dejando ver a su hijo y su esposo llenos de golpes en su rostro.
Dos hombres desconocidos para los Dunne se adentraron a la habitación arrastrando los cuerpos lastimados de Albus y Aidan... las mujeres gritaron, Ana quedó estática mientras veía como su madre también era tomada de sus rubios cabellos para golpearla.
"Corre Ana" susurró su padre en un tono débil, la rubia no lo dudó y brincó de la cama para correr hacia la puerta y pedir ayuda. No funcionó, uno de ellos la había tomado de la cintura antes de salir de la habitación.
-Ana... -susurró en hombre en el espacio de su cuello. Ana sollozó- ¿Qué haremos contigo, bella Ana?
Aún tomándola de la cintura la aventó a la cama, su cuerpo rebotó debido a su delgadez. El hombre se puso encima de ella, abriendo sus piernas.
La habitación en la que minutos antes estaba llena de paz y tranquilidad, se había vuelto en un escenario de terror.
¡Hijos de puta! -gritó Aidan- déjenla en paz
Una patada en la cara fue recibida por el joven, seguido de un grito de dolor. Parecía haberse roto la nariz.
Andrómeda intentó levantarse, pero ella también recibió golpes en su estómago. Sacándole el aire. Uno tras otro, y cada uno de ellos más fuerte que el anterior, dejándola inconsciente.
Albus rogaba a gritos que dejaran a su pequeña, ninguna de las peticiones fue escuchada. El hombre, aún encima de Ana, lo miró desafiante.
-Tú nos arruinaste la vida -escupió con asco- ahora, nos toca nosotros
Y entró en Ana. Haciéndola gritar de dolor.
Albus y Aidan cerraron los ojos, por su mente sólo estaban los gritos de la pequeña Ana y en cómo suplicaba que se detuviera. Aidan intentaba zafarse, pero sólo recibía golpes que lo volvían más débil.
-La linda Ana, ahora eres mía -decía el hombre cerca de su rostro
Ella mantenía los ojos cerrados, gritando por ayuda.
A Ana le habían arruinado la vida siendo apenas una niña de 13 años, "Ana, Ana, Ana" era lo único que decía su agresor.
Desde ese día, Ana murió y Anastasia renació de las cenizas con millones de heridas en su cuerpo.
ANASTASIA = "Renacida"
Mujer sensible y emotiva. Emprendedora y audaz.
Inteligente y muy intensa en sus emociones. Tiene mucha facilidad en tomar decisiones, porque confía en en sí misma y tiene las ideas claras. Es muy comunicativa con todo el mundo que la rodea.
Anastasia Dunne iba a hacerle honor a su nombre, aunque estuviera rota por dentro.
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𝐀𝐍𝐀𝐒𝐓𝐀𝐒𝐈𝐀 - 𝒈𝒊𝒍𝒃𝒆𝒓𝒕 𝒃𝒍𝒚𝒕𝒉𝒆
FanficAnastasia Dunne nunca le había hecho falta nada, siempre había sido una niña que destacaba por su belleza y su hermosa sonrisa. Lamentablemente no por tener buen apellido y una gran familia, significaba que no sufría: "El dinero no te libra de un da...