𝐀𝐍𝐀𝐒𝐓𝐀𝐒𝐈𝐀 - 𝒈𝒊𝒍𝒃𝒆𝒓𝒕 𝒃𝒍𝒚𝒕𝒉𝒆

02 | "Soy Anne, con E al final"

No tuvo pesadillas. No sintió dolor. No dejó que nadie la lastimara y eso la había puesto muy feliz. Lo único que no sabía era que su hermano se había quedado toda la noche cuidándola, velando sus sueños.

Anastasia se levantó dando saltitos hacia la ventana, la abrió y sintió el golpe de aire en su rostro, aspiró el aroma de las flores y por ese momento se sintió libre. Se quedó observando el bello árbol frente a su ventana, estaba feliz.

-¡Anastasia! -hablaron detrás de la puerta, al ser abierta se encontró con Aidan

-Buen día hurón -dijo sonriendo

El rubio le sonrió de vuelta y se acercó a ella para depositar un beso en su cabeza

-¿Dormiste bien? -preguntó serio, la chica asintió despacio- mamá quiere que bajes a desayunar

Una sonrisa ladina se fue formando poco a poco en el rostro de Anastasia, una pizca de emoción inundó su cuerpo. Se levantó tranquila de su cama y Aidan le tendió su abrigo, cuando se lo colocó salió de la habitación con su hermano.

Ambos se acercaron a la cocina y Anastasia tomó un pedazo de pan.

-¿Y papá? -preguntó a su madre que estaba sirviendo el desayuno, ella señaló hacia la ventana y Anastasia volteó

A lo lejos observó a su padre charlando alegremente con un hombre bien arreglado montado en un caballo. La chica frunció el ceño y aún con la vista en su progenitor preguntó...

-¿Quién es?

Sintió la presencia de su madre y su hermano tras de ella, parecían estar en las mismas. Después de unos minutos Anastasia vio a su padre caminar a casa, abrió la puerta y miró a la familia con una sonrisa.

-¿Qué sucedió cariño? -preguntó Andrómeda- ¿Quién era ese hombre?

-El señor Barry -explicó- nos vino a reafirmar la invitación a tomar el té con su familia mañana a la tarde, quieren conocer a todos

Anastasia frunció en ceño y su padre la miró

-Tienen una hija de tu edad -dijo al ver su expresión- podrían ser amigas

"Una amiga" pensó Anastasia. Sí quería una amiga, a pesar de haber conocido a la pelirroja del tren quería tener más gente a su lado.

-¡Qué emoción! -dijo Anastasia dando saltitos- ¿Qué me pondré?

-Tu vestido vino es una buena opción -sugirió su madre

Anastasia chilló de emoción mientras su familia reía tras su acción, estaba realmente contenta, anhelaba el día de mañana con todo su ser.

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-Este rubio cabello a veces me pone de malas -se dijo Anastasia a ella misma mientras intentaba peinarse

Había despertado con un nido de cabello rubio por no trenzarlo la noche anterior y ahora sufría las consecuencias.

Desde el espejo observó a su madre y con una mirada de terror le pidió ayuda, Andrómeda se acercó y empezó a cepillar lentamente la rubia cabellera de su hija

-Déjame ayudarte Anastasia -dijo su madre- sino tú sola te quedarás sin cabello

Ambas soltaron una risita, compartieron un lindo momento juntas después de todo su dolor. Anastasia estaba empezando adaptarse y poco a poco empezaría a superar su traumático pasado.