Anastasia Dunne nunca le había hecho falta nada, siempre había sido una niña que destacaba por su belleza y su hermosa sonrisa. Lamentablemente no por tener buen apellido y una gran familia, significaba que no sufría: "El dinero no te libra de un da...
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-Cole y Thomas dijeron que no había problema -Dijo Ania- Por favor...
Después de unos días, los amigos de Anastasia la invitaron a pasar el fin de semana con la Tía Josephine y la rubia les rogaba a sus padres ir.
Albus y Andrómeda se miraron cómplices. Anastasia hizo puchero.
-Por favor...
Sus padres soltaron una risita y asintieron.
-Está bien -dijo Albus- sólo porque has sido una buena chica estos días
Anastasia chillo de emoción y abrazó a sus padres, seguido de eso salió corriendo hacia su habitación para alistar su maleta.
A pesar de que sí quería pasar tiempo con Thomas y Cole, también había otro propósito por el cual iría a Charlottetown... y era ayudar a Anne a buscar algo sobre su pasado.
Además, necesitaba organizarse con la tía Josephine para la publicación de su libro, algo que tenía Anastasia muy emocionada.
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Muriel Stacy estaba frente a un baúl con una sonrisa melancólica, la mujer lo abrió con cuidado y de ahí sacó un suéter color gris que fue directo a sus fosas nasales, Muriel inhaló el olor y sonrió.
Después observó una fotografía que tomó con delicadeza.
-Jonah... -dijo nostálgica- debes saber que estoy bastante contenta como estoy. Todo lo contenta que puedo estar sin ti...
Ashley observaba a su tía unos metros atrás, ella sabía lo mucho que a su tía le dolía hablar de su romance perfecto. La castaña también extrañaba a Johan.
-A Rachel no le importa -Dijo Muriel. Ella seguía hablando sola- Se esfuerza por encontrar a alguien que no es ni la mitad de divertido y aventurero que tú...
-En eso estoy de acuerdo -habló por fin Ashley haciendo sobresaltar a su tía
Muriel le sonrió a su sobrina, antes de que hablara dieron tres toques en la puerta. Ashley, que estaba más cerca se acercó y abrió, encontrando con Rachel Lynde y un hombre.
-¿Buenos días? -Dijo Ashley con confusión
-¿Dónde está Muriel? -preguntó la señora Lynde
-Ocupada -Dijo Ashley cruzándose de brazos mientras observaba de arriba abajo al hijo de la señora Lynde
Sí, a Rachel Lynde no le caía para nada bien Ashley Brooke; la mujer se había encargado de esparcir chismes sobre la joven y su llegada Avonlea. Aunque a la castaña no le importaba ni un poco.