Anastasia Dunne nunca le había hecho falta nada, siempre había sido una niña que destacaba por su belleza y su hermosa sonrisa. Lamentablemente no por tener buen apellido y una gran familia, significaba que no sufría: "El dinero no te libra de un da...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Todos estaban esperando que el profesor Phillips dijera la página del libro que leerían. Había un silencio incómodo en el salón, Anastasia se sentía ansiosa.
-Página 32 de su libro -ordenó- leeremos en voz alta el poema "El pescador"
-¡Por fin! -dijo Anne- algo que sí sé hacer bien
Anastasia se rio bajito.
-Me da gusto por ti Anne -le dijo la rubia sonriendo
-Señorita Dunne -la llamó el profesor- inicie con "La pasión" de Peri Rossi
Anastasia asintió tranquila, ella amaba leer y en voz alta también lo disfrutaba. Se levantó de su asiento sosteniendo su libro con ambas manos, y empezó con su lectura...
-Salimos del amor... como de una catástrofe aérea -recitó- habíamos perdido la ropa, los papeles... a mi me faltaba un diente, a ti la noción del tiempo...
Anastasia miró al profesor y éste le hizo una seña de que continuara la lectura.
-¿Era un año largo como un siglo, o un siglo corto como un día? Por los muebles, por la casa, despojos rotos -la rubia tomó aire- vasos, hojas, libros deshojados... éramos los sobrevivientes de un derrumbe
Las miradas de Billy Andrews y Gilbert Blythe estaban en Anastasia, tenía una dulce y tranquila voz.
-De un volcán... de las aguas arrebatas -la chica se relamió los labios- y nos despedimos con la vaga sensación de haber sobrevivido... aunque no sabíamos para qué -finalizó
Algunos aplausos se escucharon en el salón de clases, Anastasia miró apenada al profesor y éste le sonrió asintiendo.
-Excelente lectura señorita Dunne... -felicitó el profesor y Anastasia se sentó
-Diana Barry -siguió Mrs. Phillips- de pie y lea "El pescador", por favor
Diana se levantó nerviosa, aclaró su garganta y empezó a leer con trabas. Anastasia no quiso girar a mirarla, se notaba en su voz lo nerviosa que su pelinegra amiga se encontraba.
-En verdad peligrosa tu lectura -interrumpió el profesor- siéntate...
Diana lo obedeció en silencio.
-La otra nueva... -la llamó el profesor- continúe
Anne se levantó sonriente y Anastasia se acomodó para verla, no le importaba no seguir con la lectura. Cuando la pelirroja inició una sonrisa enorme se formó en el rostro de Anastasia.
-"Sobre las aguas salvajes trabajando lejos de casa... por una desalentadora miseria siempre obligada a vagar. Pocos corazón lo alientan en su vida peligrosa, y nadie lo ayuda en su vida tormentosa. Con la compañía del mar y el aire silencioso, el pescador solitario no se rendirá..." -recitó Anne- "Sin consuelo ni esperanza, apenas con un amigo, repasa su vida y sólo ve... su final"
