Anastasia Dunne nunca le había hecho falta nada, siempre había sido una niña que destacaba por su belleza y su hermosa sonrisa. Lamentablemente no por tener buen apellido y una gran familia, significaba que no sufría: "El dinero no te libra de un da...
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Albus Dunne caminaba con velocidad hacia la escuela, detrás de él estaba Anastasia y Aidan, la rubia le pedía a su padre que se detuviera pero su progenitor la ignoraba.
Albus Dunne abrió la puerta de la escuela y entró con velocidad, algunos de los alumnos que ya estaban dentro se sobresaltaron. El profesor Phillips giró asustado, pero no pudo reaccionar ya que el señor Dunne lo había tomado del cuello.
-¡Papá! -gritó Ania
-Le dejé muy en claro que no se metiera con mi hija -recordó- ¿Quiere que se lo repita?
El profesor miraba a todos lados nervioso, esperando que alguien reaccionara ante la acción del señor Dunne. Pero no tenía a nadie.
-Yo... yo... no... -el profesor tartamudeaba
Albus Dunne soltó al profesor Phillips haciéndolo tambalear. El padre de la rubia tenía unas intensas ganas de desfigurarle el rostro, pero no podía rebajarse a semejante nivel y golpearlo frente a todos.
-¿Quién se cree usted para tratar así a los alumnos? -tiró con asco el señor Dunne
Mrs. Phillips no respondió
-Le hice una pregunta -dijo entre dientes Albus volviéndolo a tomar del cuello- ¿Qué alguien le cortó la lengua señor Phillips?
Anastasia observó al profesor y reprimió una risita, era la misma pregunta que el profesor le había hecho los primeros días de clase.
Mrs. Phillips carraspeó pidiéndole a Albus Dunne que lo soltara, el hombre hizo y se cruzó de brazo esperando a que el profesor dijera algo.
-Yo... le pido una disculpa señor Dunne -dijo el hombre nervioso
-No soy yo el que merece una disculpa -dijo Albus- se lo advertí profesor, golpeó a mi hija, la marcó... y yo no voy a permitir eso
Antes de que Mrs. Phillips pudiera hablar, el puño del señor Dunne impacto en el rostro del profesor haciéndolo caer al suelo. Mrs. Phillips jadeó de dolor mientras intentaba levantarse.
-Con mi hija no te metas -tiro con asco Albus Dunne
Los alumnos soltaron gemidos de sorpresa mientras Anastasia se acercaba más a su hermano. El señor Phillips se levantó como pudo y Albus Dunne tomó a su hija de la mano sacándola de la escuela.
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Días después...
-Entonces... ¿Qué les parece? -preguntó Andrómeda emocionada
La mujer le había sugerido a la familia que Gilbert y Sebastian pasaran la Navidad con ellos, a Anastasia le parecía una buena idea.
-Estoy de acuerdo -dijo la rubia- ha de ser horrible pasarla solos en esta época
