Anastasia Dunne nunca le había hecho falta nada, siempre había sido una niña que destacaba por su belleza y su hermosa sonrisa. Lamentablemente no por tener buen apellido y una gran familia, significaba que no sufría: "El dinero no te libra de un da...
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Anastasia y Gilbert estaban sentados en una de las mesitas del jardín de la casa Dunne, la joven estaba cubierta hasta los pies debido al frío y Gilbert estaba frente a ella.
-Y bien, ¿A qué viniste? -preguntó Anastasia
Gilbert suspiró
-Tú sabes por qué vine, Ania -dijo mirándola a los ojos
-No tienes que aclararme nada, vi lo que vi y está bien -contestó la joven
-No, no está bien -admitió Gilbert- No está bien porque yo antes estaba confesando mis sentimientos por ti
Anastasia desvió la mirada.
-Y yo estaba en ese lugar para aclarar mis sentimientos por ti -negó mientras reía- fui una tonta...
Gilbert quedó sorprendido ante la confesión de la joven, ¿Aclarar sus sentimientos? ¿Entonces sí lo quería?
-Sí -dijo Ania- pero creo que no servirá de nada después de lo que vi en Charlottetown
-No...
Gilbert se levantó rápidamente quedando hincado frente Anastasia.
-Gilbert, no puedes salir con una chica y al día siguiente decirle que no quieres nada con ella -dijo Ania- No se lo merece
-Winifred es solo... -Gilbert intentaba buscar las palabras correctas- Ella trabaja con el doctor Ward y tú sabes que él me está enseñando y...
-Y está bien -dijo Anastasia intentando calmar a Gilbert- Esto no va cambiar nada entre nosotros Gilbert, yo estoy bien, tú estás bien con ella y es lo que importa
Gilbert suspiró y empezó a negar con la cabeza, a pesar de la oscuridad de la noche se podían ver algunas lágrimas caer de los ojos del azabache.
-¿Por qué justo ahora? -preguntó Gilbert- ¿Por qué ahora que se supone que intento olvidarte?
-Porque se supone que íbamos hablar después sobre esto -respondió Ania- te lo dije en la tarde
Gilbert suspiró con frustración mientras tiraba de su cabello.
-¿Entonces tenía que esperarte porque no sabes qué pasa en tu cabeza? -dijo Gilbert
Anastasia rio con ironía y caminó por el jardín con desesperación. Después giró con fuerza, con lágrimas cayendo sobre sus ojos.
-¿Te estás escuchando Blythe? -la rubia estaba desesperada- ¡Intentas olvidarme con otra chica! Esto no es por mi, es por el terrible giro de sentimientos que estás teniendo y las únicas que salimos lastimadas somos ella y yo
-¡Dijiste que merecía algo más que tú! -soltó Gilbert
Anastasia se quedó estática. La rompió, dio en su punto más débil, Ania podía hablar de ella misma sin problema, pero... escucharlo de los labios de Gilbert Blythe la había destruido por completo.