Anastasia Dunne nunca le había hecho falta nada, siempre había sido una niña que destacaba por su belleza y su hermosa sonrisa. Lamentablemente no por tener buen apellido y una gran familia, significaba que no sufría: "El dinero no te libra de un da...
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Anastasia estaba en lo que algunas vez fue el Club de cuentos.
Recordó todo. Todo lo vivido en ese lugar con sus amigos; Anne, Diana, Ruby, Cole, Beverly y William...
La rubia se acercó más a los escombros y logró ver unas hojas a lo lejos.
Las tomó sacudiendo un poco el polvo y las cenizas, aún se podía distinguir un poco, Ania sonrió al identificar las hojas como un dibujo de Cole.
Estaban todos. Anastasia, Anne, Diana, Ruby, Cole, William y Beverly. Cole Mackenzie había plasmado a los integrantes del Club de cuentos en un dibujo.
Anastasia sonrió emocionada y guardó el dibujo en su bolso. Después, elevó su cabeza hacia el cielo.
-Gracias por llenar mi vida de aventura
Una ráfaga de viento que levantó algunas flores que chocaron con el rostro de Anastasia, la chica sonrió y empezó a llorar de la felicidad.
Eran ellos. Estaban ahí, apoyándola.
Anastasia se despidió de William y Beverly con una enorme sonrisa, las lágrimas de felicidad y con una mano en el corazón.
-Los amo para siempre, William y Beverly Jones
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Anastasia veía desde su ventana como sus padres subían algunas maletas al carruaje, sentía un revoloteo en el estómago.
La familia Dunne decidió que la casa en Avonlea se quedaría igual, pero había algunos muebles que necesitaban estar en París, y los mandarían antes.
Unos leves toques en la puerta hicieron que Ania girara a ver quién era.
Aidan estaba en el marco de la puerta con una cajita color negro y una enorme sonrisa.
-Hola -Saludó Ania a su hermano
Aidan caminó hacia su hermana y tomó su mano para arrastrarla hacia su escritorio, donde ambos se sentaron.
-En la presentación no te pude dar esto -Dijo Aidan extendiéndole la cajita- Tenía planeado dártelo justo cuando estuvieras saliendo de esta casa pero, la emoción me está ganando así que mejor te lo daré ahora
Anastasia soltó una risita mientras Aidan le extendía la caja. La rubia lo abrió y sonrió emocionada.
El obsequio era un dije de un libro y tenía cuatro líneas de colores; una roja, una verde, otra de color azul y una amarilla. En el centro había una estrella.
-Cada color representa los elementos de la naturaleza y muchas de tus virtudes. El rojo, está relacionado con el fuego, el verde, tiene una conexión directa con el agua, el amarillo con la tierra y el azul el aire... -Le dijo Aidan
Anastasia sonrió.
-Además, no sólo hablamos de la naturaleza, sino también, de tu personalidad...
