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*Narra Evan*

Cuando por fin había descargado mi rabia,
salí del gimnasio y subí a mi habitación.
Me dí una ducha de agua fría y salí.
Me puse unos boxers, un chándal gris y una camiseta blaca.
Justo cuando abrí la puerta, una de las sirvientas iba a tocar.

─ señor, manda a decir Matt que la señorita no quiere comer.

─ está bien, gracias.

─ ¿usted bajará a cenar?

─ sí, pero dentro de un rato.

─ con permiso señor.

Entré a la habitación de Bia.

─ se niega a comer.

─ de acuerdo, baja a cenar -dije. Matt se acercó.-

─ con permiso señor.

─ adelante.

Miré a Bia.

─ Bia, se supone que tendrías que haber tomado una pastilla hace casi dos horas, no puedes tomarla hasta que no comas, tienes el estómago vacío. No has probado nada desde ayer.

─ no quiero.

─ si no tomas la pastilla, no se te pasará el dolor del tobillo.

No dijo nada.

─ come.

No me hizo caso.

Suspiré y me acerqué.

Me senté en el borde de la cama y cogí el tenedor.
Cogí comida y lo acerqué a su boca.

─ abre.

Hizo cómo si nada.

─ te estoy diciendo que abras.

De mala gana abrió la boca.

Estuve dándole de comer en silencio.

─ ya no quiero más.

─ falta poco para que termines.

─ que no quiero más -apartó mi mano.-

─ cómo digas.

Cogí la bandeja y la dejé encima de la mesa de noche.
Me acerqué a la bolsa con las pastillas, cogí una y el vaso de agua, cuando se la ofrecí, la cogió y luego el agua.
Me devolvió el vaso, lo dejé encima de la mesa de noche.

─ siento la bofetada que te di.

─ no me importa que lo sientas.

─ lo sé, pero aún así quería disculparme. Bajaré a cenar, vendré a verte antes de ir a dormir, enseguida vendrá un chico.

Salí y bajé.

Fuí al comedor, Alan y Matt estaban cenando.

─ señor, no sabíamos que bajaría ahora, de haberlo sabido lo esperábamos -dijo Alan.-

─ todo bien muchachos, no se preocupen -me senté en mi sitio.-

Desde hace tiempo los obligué a cenar conmigo en la mesa, Alan es mi mano derecha, y cuándo no está Alan, el que le sigue es Matt, así que supongo que es mi mano izquierda, por decirlo de alguna forma.
Los demás trabajadores comen en la cocina.

No puedo enamorarme de ti ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora