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*Narra Evan*

Cuándo mis amigos se marcharon, Bia se despidió de mamá y subió.
Hablé algunas cosas con mamá. Los dos subimos, ella se fué a su habitación y yo entré a la mía.
Bia estaba sentada en el borde de la cama. Sonreí y me acerqué. Mi erección ya no estaba cómo cuándo le pedí el tanga, pero a medida que me acercaba a la cama, esta iba creciendo nuevamente.
Me puse de rodillas delante de ella y dejé mi mano sobre su rodilla. Me miró de una manera muy sexi, supongo que ella también estaba esperando a que nos quedaramos solos.

─ ¿mi tanga?

─ te dije que me lo quedaré.

─ pensé que me lo devolverías.

Negué sonriendo y me acerqué a su boca, se inclinó hacia mí.

─ ya es mío, mami -susurré y la besé. Cuándo nos separamos, me miró.-

─ ¿no prefieres uno limpio? yo tenía ese puesto.

Sonreí más.

─ quiero el que te quité porque huele a ti, si quisiera uno limpio, ya lo habría cogido de tu cajón, a parte, el que tenías puesto para mí no está sucio.

─ pero -la interrumpí.-

─ voy a guardarlo para siempre -nos quedamos mirándo en silencio. Aparté la mano de su rodilla y la acerqué a su entrepierna. Ella enseguida reaccionó, con su mano, empujó más mi mano hacia a adentro, lo que me hizo sonreír. Me acerqué y la besé. Al final mordí su labio.- muero por comerte el coño -susurré cerca de su boca.-

─ Evan -la interrumpí antes de que dijera que me quitaría esa forma de hablar.-

─ échate un poco para atrás y túmbate.

Me miró unos segundos y luego me hizo caso. Levanté sus piernas dejándolas dobladas sobre la cama y las abrí. Antes de acercar mi boca, acaricié su zona con mis dedos, estaba mojada. Acerqué los dedos a mi boca y los chupé, ella me absorbó hacerlo.

─ amo tu sabor Bia, me fascina -sus mejillas se tornaron de un color rojizo, lo que me hizo sonreír.-

Acerqué mi boca y pasé mi lengua saboreando todo su sabor. Se estremeció y luego empezó a gemir.
Sus gemidos eran cada vez más alto, y eso me invitaba a masturbarla más rápido con la lengua y los dedos.
Cuándo supe que ya estaba a punto de llegar, paré y me tumbé a su lado, la besé, mientras la besaba, llevé mis dedos a su clítoris y continué.
Gimió en mi boca, lo que me hizo sonreír.

─ joder Evan -volvió a gemir. Me alegraba que ahora tardaba más para llegar al orgasmo.
Cuándo llegó, se sacudió unos segundos y empezó a respirar normal.
Llevé los dedos a mi boca. Sonrió, me tomó del cuello y me llevó a su boca.
Mientras nos besábamos, se movió poniéndose encima de mí.
Al separarnos, bajó hasta a abajo y sacó mi miembro, que estaba erecto a punto de explotar. Sonrió y se bajó de la cama, cuándo se quitó la falda, mordí mi labio.

─ ¿qué vas a hacer?

─ darte placer -dijo sonriendo y se puso encima de mí con una pierna a cada lado. Tomó mi miembro y lo bajó poniéndolo en horizontal, puso su vagina encima de este, sus labios vaginales arroparon mi pene. Sin entrar en ella, empezó a frotarse sobre mi pene.-

─ joder -gruñí. Llevé las manos a su cintura y la moví más rápido.
Ella estaba mordiendo su labio mientras me miraba, y eso me llevó al cielo.
Increíblemente me corrí, primera vez que me corría así de rápido.
Ella miró hacia a abajo y se apartó.- dios...yo...lo siento -dije agitado. Sonrió y se acercó a mi boca.-

─ has mojado mi culo, todo bien, no me ha llegado a la entrada de la vagina, pero has manchado tus vaqueros.

Me reí y mordí mi labio.

─ eso es lo de menos -la acerqué a mi boca.- ¿dónde aprendiste eso?

─ ¿te gustó? -preguntó sonriendo.-

─ me encantó, ha sido genial.

─ si te digo cómo lo aprendí te vas a reír de mí.

─ no, te lo prometo.

─ ¿seguro?

─ seguro -apartó la mirada.-

─ en una de las veces que cogí tu móvil, busqué información sobre algunas posturas -dijo con las mejillas coloradas. Me quedé mirándola unos segundos y luego me reí. Me miró y me golpeó en el pecho.- ¡¿ves?! ¡por eso no te lo quería contar!

Sujeté sus manos.

─ mi amor, no me río de eso, al contrario, me alegra que busques información para que aprendas, lo que me da risa es que lo hayas buscado en mi móvil y no me haya enterado.

─ idiota -intentó soltarse. Hice un poco más de fuerza y pegué su cara a la mía.-

─ me alegra que quieras sabes más sobre esto, te prometo que no me estoy burlando. Si has buscado información es porque quieres probar más cosas, ¿qué posturas viste que te gustaron?

Relajó las manos y apartó la mirada nuevamente. Me encantaba tanto verla así, de repente parecía tan tímida.

─ creo que te las contaré en la noche de bodas.

─ de acuerdo, me parece bien -acaricié su mejilla.- haremos las posturas que quieras -me miró.-

─ ¿las que quiera? -sonreí.-

─ las que quieras, ya te dije que ese día te follaré hasta que no pueda más.

Me dió un golpe pequeño en el pecho. Sujeté su mano y tiré de ella hasta mi boca. Se relajó y me siguió el beso. Sonreí y acaricié su mejilla.

No puedo enamorarme de ti ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora