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*Narra Bia*

Miré hacia la puerta cuándo se abrió.
Me puse de pié mientras Evan se acercaba.

─ yo he sido la culpable, tú madre sólo quiso ayudarme.

─ Bia, sé perfectamente que la de la idea fué mi madre, la conozco muy bien.

─ en ese caso, de igual forma, no lo pagues con ella, castigame a mí todo lo que quieras.

Nos quedamos mirando.

─ vamos -me ofreció la mano. Cerré los ojos y suspiré. Luego acepté su mano.-

─ ¿qué me harás?

Sonrió.

─ no te haré nada, preciosa. Mi madre me ha pedido permiso para llevarte de compras -dijo mientras salíamos de la habitación.- unos hombres las acompañarán.

─ ¿de verdad iré a comprar ropa? -pregunté sorprendida.-

─ sí. Pero escúchame bien Bia, cómo intentes escaparte, sí que te castigaré.

─ no lo haré, lo prometo.

─ bien.

Bajamos. La señora Esme sonrió.

─ ¿nos vamos? -me preguntó. Sonreí.-

─ sí.

─ espera -Evan soltó mi mano y sacó su billetera del bolsillo, de esta cogió una tarjeta del banco y me la extendió.- compra todo lo que necesites.

─ vale -miré a Esme.- ¿vamos?

─ sí querida.

─ mamá -nos giramos a verlo.- te la estoy confiando, luego no quiero problemas.

─ Evan, no intentaré escapar -dije. Me miró unos segundos y luego asintió.-

─ eso espero. Traten de llegar a tiempo para la cena.

─ descuida -dijo Esme.- nos vemos luego.

Las dos salimos. Matt abrió la puerta trasera de uno de los coches y nosotras entramos.
Él se sentó de copiloto.
Cuándo salimos de la casa, me fijé en el otro coche que venía detrás.
Estaba claro que nos iba a mandar con un ejército.

─ señora Esme, gracias por esto de verdad, me iba a volver loca encerrada ahí.

Me sonrió.

─ me alegra poder sacarte durante unas horas.

El resto del camino hacia la ciudad, nos fuimos conociendo más.

Cuándo llegamos al centro comercial, nos bajamos y caminamos hacia una tienda. Venían dos hombres detrás de nosotras, y los otros, caminaban por nuestro alrededor cubriendo la zona.
No estaban pegados de nosotras, así que las dos podíamos hablar tranquilamente.

─ hablé con él, le pedí que te dejase libre pero no quiere.

Suspiré.

─ creo que estaré encadenada a él por el resto de mi vida. Lo peor de todo es que me tenga encerrada en la habitación y que no me deje ver a mi madre. Aunque eso es por mi culpa, él me advirtió de que me dejaría encerrada si me portaba mal.

─ cualquier persona en tu lugar siempre buscaría una forma para poder escapar, así que no es tu culpa, tú sólo quieres volver a tu vida normal.

No puedo enamorarme de ti ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora