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*Narra Evan*

Me dí una ducha y me vestí.
Cogí la pistola y fuí a la habitación de Bia. Seguía durmiendo.
Cogí el folio y le hice señas a Josua para que me siguiera.
Cuándo salimos, cerré la puerta.

─ ¿todo bien?

─ sí, se quedó dormida cuando casi estaba amaneciendo.

─ de acuerdo, que suba otro chico a reemplazarte -miré el folio. Dibujó a una persona ahorcada.- vete a descansar, y toma -le extendí su pistola.-

─ gracias señor.

Entré otra vez a la habitación y me acerqué a la cama, no iba a despertarla. Si estuvo toda la madrugada despierta, prefiero que descanse.

─ tendré que tener cuidado contigo -susurré.-

Bajé, Matt y Alan estaban desayunando.

─ buenos días chicos.

─ buenos días señor.

─ Alan, que no la dejen sola por nada del mundo.

─ no se preocupe señor.

─ y deja a Josua descansar.

─ por supuesto.

─ buenos días señor -dijo uno de los chicos acercándose.-

─ buenos días -dije.-

Miró a Matt.

─ ¿vamos?

─ sí, ve cogiendo las llaves del coche.

Él se marchó.
Matt se bebió el zumo y se puso de pié.

─ Matt, ya sabes -dije.-

─ en cuanto lo tengamos, lo llamaré. Con permiso.

Cuando se marchó, miré a Alan.

─ esta noche quiero una chica.

─ pensé que le gustaba la señorita Bia.

─ y me gusta, pero con esa rebeldía los dos sabemos que no me dará lo que quiero, por lo menos no por ahora. No la tocaré hasta el día en que nos casemos, en cuanto esté operada y recuperada, quiero que contrates a una agencia que se encargue de bodas.

─ entendido señor.

Después de desayunar, cogí el maletín y salí.

Después de tres horas, llegamos a la empresa.

─ Helen, venga conmigo -me siguió a la oficina.-

Después de leerme todo lo planificado para hoy, le extendí la lista que hizo Bia.

─ le pido por favor, que salga a hacerme esa compra. Son cosas de mujeres y yo de eso no entiendo nada.

─ enseguida señor.

Cogí dinero de mi billetera y se lo extendí.

─ que la lleve un chofer.

─ está bien.

Después de estar todo el día de aquí para allá, de reuniones y visitando las obras, por fin había acabado todo.
Cogí la bolsa que trajo Helen y salí.

*Narra Bia*

Llevo todo el día razonando cómo sería la mejor forma de salir de aquí, al menos viva.
Pero es que no veo ninguna posibilidad.
Todos los planes me llevan al mismo camino, mi muerte.
Así que lo mejor que podría hacer es suicidarme directamente.
Miré otra vez al chico que estaba sentado en el sofá.
Llevamos aquí todo la tarde, mirándonos sin cruzar palabra. Y tampoco es que quiera hablar con él, debe ser igual que su jefe, un maldito asesino.

No puedo enamorarme de ti ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora