Phantasy // COMPLETA

|ogdónta októ|

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Capítulo octogésimo octavo
¿Justicia?

A R E S

No sé ni por qué estamos haciendo esto.

Tres segundos para explicarme:

¿No? ¿Nadie?

Exacto, porque es una estupidez.

Pero ya qué. Hola, soy Ares.

No sé desde qué punto empezar. Principalmente porque un día antes de uno de los días más exigentes para mí de forma emocional, fue todo lo contrario, pero no tranquilo en su totalidad.

¿Me comían los nervios? Sí.

¿Iba a dejar que me frenaran? Pues no.

Uno de los métodos que más me inculcaron para apoyar con mi ansiedad en el psiquiátrico, fue que, al levantarme, repasara mentalmente lo que ocurriría con ciertas frases.

Así que al despertarme, con mis hermanos a mis lados, lo primero que dije en un murmuro fue:

-Soy Ares Stone, hoy no tengo nada que hacer. Puta madre.

Sí, así de aburrido. ¿Para qué les cuento?
Qué chismoso, chismosa o cualquier versión del verbo según el género en el que te identifiques, si sigues leyendo.

¿Qué iba a hacer la (ya no tan, pero sí) desequilibrada mental despierta a las seis de la mañana entre sus hermanos?

Exacto, despertarlos.

Mentira, estaba de buenas. No iba a ser tan maldita.

Levantarme de ahí me hizo pensar en las veces que me levantaba de la cama sintiéndome en paz.

Esa fue una de ellas.

Cuando dormía con Scott.

Cuando Drake me daba un beso en la frente mientras las pastillas para dormir por fin me cerraban los ojos al hacerme efecto.

Y... ya.

Depositen sus reclamos de otras ocasiones en las que según ustedes "debería sentirme en paz" después de despertarme, digo, para anotarla en mi libreta de cosas que no me importan.

Probablemente mencionaron a Daniel.

Después de follar con él y despertarme tengo un sentimiento de culpa muy extraño, ¿okay?

Los hombres suelen quejarse de que las mujeres son complicadas, pero, putísima madre, ellos también lo son. Y mucho.

Les tengo un juego, vean que vengo súper preparada para hacer esto:

Vamos a jugar a encontrar un hombre que haya pasado por mi vida sin haberme causado un mínimo dolor o preocupación.
Independientemente de que ahora estemos como si nada.