|ekatón éna|

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Capítulo centésimo primero
¿Tres por ciento?
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Afuera de mi casa, aún no sabíamos por dónde íbamos a empezar.

Evidentemente en la lista de prioridades que intentamos hacer todos coincidimos en que Garrett y Chloe quedaban descartados al menos en importancia momentánea, y que eso era más un dilema de Ares en si decirle o no a Daniel.

Dilema que se intensificó para ella después de que Garrett le enviara un mensaje pidiéndole que precisamente, no le dijera nada a Daniel.

Y bueno, quedando eso descartado, ¿por dónde íbamos a empezar? Pregunta por milésima vez. ¿Mi matrimonio o el embarazo de Lyrah?

Después de silencios, mirar el techo del auto desesperados y debatir sobre con qué hecho y con qué palabras íbamos a hablar, las respuestas no hacían más  que verse borrosas de todos modos y que no nos sintiéramos exactamente confiados de nada.

—Por primera vez, agradezco estar en la banca— rió Adam, pero en el estrés de los demás a nadie le hizo gracia—. Realmente no tengo mucho que ver con las bombas que van a soltar y solo voy a estar de apoyo. 

—Cállate— gruñó Geovanni, alzando la cabeza hacia el techo, con los ojos cerrados.

—Pongan las cosas en una balanza— dijo Esther con cierto cuidado—. ¿Qué es más grave o de más peso? ¿La boda de ustedes o que papá va por el séptimo hijo?

—Ese ha sido el maldito problema todo el tiempo— ironicé.

—¿Puedo dar mi opinión?— cuestionó Ares, hablando bajito.

—No— le dijo Geovanni cortante. Pude haberle hecho un drama por hablarle así a mi hermana, pero entendía su estrés porque también me estaba consumiendo a mí.

Ares asintió con la cabeza, y siguió como si nada.

—Esther, habla tú— pedí, bueno, rogué.

—¿Qué? ¿Por qué yo?

—Papá no se va a enojar contigo.

—Ni con Geovanni, lo quiere más que a ustedes— rió Adam.

—Lo peor es que es cierto— reí por lo bajo.

Por el retrovisor miré a Esther como un relámpago mirar hacia abajo revisando su teléfono, leyó algo, medio asintió con la cabeza y luego lo volvió a guardar en el bolsillo del pantalón.

—Yo creo que es más serio lo del bebé, lo de la boda podría llegar a dar hasta risa— declaró—. Si papá está muy de buenas, que es lo más seguro.

—Es cierto— dijo Adam—. Vanessa se va a morir de la risa y lo sabes, Geovanni.

—En parte tiene sentido— ladeó la cabeza él.

Vi ahora a Ares escribir en su teléfono y luego Esther mirar el suyo rapidísimo otra vez.

Okay, eran ideas de ella no de Esther, la menor solo era la portavoz. Inteligente jugada.

—No es que la boda no sea algo serio... solo que el estrés asegurado está con el embarazo de Lyrah. Y el drama de telenovela. Claro.

—Ajá, pero habla tú con papá— pedí aunque sabía que no era su opinión, ahora sí volteé a ver a mi hermana.

—Joseph...— negó con la cabeza.

—Por favor— volví a pedirle, tomando sus manos.

—No sé...

Phantasy // COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora