|saránta eptá|

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Capítulo cuadragésimo séptimo
De un acercamiento

-Era difícil verlo... así. Pero tenía razón. Los sentimientos no podían borrarse. Ni siquiera hubiera podido verlo a los ojos para darle.. la noticia.

El sábado por la noche, Daniel Gilmore llegó al departamento que compartía con su padre no en sobrias condiciones.

O mejor dicho, el domingo en la madrugada.

Anthony llamó a la puerta, sosteniéndolo con ambos brazos. Daniel estaba casi desmayado, no era capaz de sostener su cabeza, la tenía agachada. Ni siquiera era capaz de estar de pie por sí mismo o caminar, Anthony lo había llevado casi como a un muñeco de trapo.

-Le dije que no- murmuró el latino, en cuanto Garrett les abrió con sus lentes para escribir en los ojos. Anthony sólo quería quitarse la culpa.

Abrió la boca en sorpresa al mirar a su hijo. Después miró al latino como diciendo "no mientas". Pero luego la cara se le llenó de preocupación.

Agarró su hijo pasándole las manos por debajo de los hombros. Daniel no reaccionaba en absoluto y su garganta emitía sonidos como si fuera a vomitar.

-Tú tampoco andas sano- murmuró Garrett, observando a Anthony-. ¿Estás manejando? De ser así, ¿no prefieres quedarte a dormir? Te ves como... atontado.

-No, mi papá nos recogió. Mis mujeres están en el auto con él.

-En ese caso, dile a tu padre de mi parte que qué pena me da- suspiró señalando con la mirda a Daniel.

Anthony asintió con la cabeza y se despidió con la mano, cerrando la puerta tras de sí.

-Daniel, Daniel, Daniel- le llamó sacudiéndole-. Hijo...

Él no reaccionaba. Estaba en un raro limbo entre desmayado y despierto, más inclinado hacia lo primero. Le soltó por el lado derecho y por un segundo Daniel se le inclinó para irse hacia adelante. Garrett reaccionó y le puso la mano en el pecho para que se mantuviera de pie.

Entonces se le ocurrió darle un rápido pellizcón en la mejilla y después ponerle otra vez la mano en el pecho.

Daniel levantó la cabeza de momento y abrió los ojos un poco, lo más que su estado le permitió. Lucía completamente desorientado.

-... Hola, papá...- en realidad, no lo había dicho tan claro. Arrastró las palabras, pero Garrett le había entendido perfectamente antes de darle otro pellizcón. Daniel había vuelto a dejar caer la cabeza.

-Ay, no, Danielito- suspiró el padre.

Casi cargándolo, dio dos pasos en reversa pues no se animaba a mover más a su hijo. Garrett sentía que le iba a vomitar encima si le daba la vuelta para acomodarse él de frente.

Pero le vomitó encima, de todos modos. Y al suelo. Y Daniel se dejó caer, quedando en el piso, donde su ropa y parte de su cabello se mancharon de su propio vómito.

Un metro más y le vomitaba a la laptop en la que Garrett hacía su magia.

-Dios mío, ahora tengo que bañarte- gruñó el padre y a como pudo lo levantó. Dio un paso y casi se resbala con el vómito de su hijo. Ni siquiera sabe cómo se sostuvo-... y limpiar eso.

Phantasy // COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora