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Capítulo septuagésimo noveno
¿Cómo me salió?Estaba en un debate.
Sabía que tenía que ir con Ares, porque no podía estar sola. Pero también, estaba en la búsqueda de los regalos perfectos para navidad, fecha que se me había olvidado por completo con todo lo que había estado pasando. También, cosa para la que no había tenido mucho tiempo.
Y más que nada, mi mayor preocupación era el regalo de Geovanni.
Creo era la primera vez que me preocupaba el regalo que le daría a una pareja. Cualquiera en general, pasando por todos los cumpleaños, navidades, logros, aniversarios, y los regalos porque sí de mis ex novias.
Dejándolo a él de lado, lo cierto también era que en realidad no tenía ni idea de qué regalarle a nadie. El problema solo aumentó cuando me di cuenta de que tenía dos regalos más que preparar con la llegada de pues, ellas.
¿Era prudente agregar otro? Digo, por Brandon. Sé que probablemente ni se pararía por la casa para esas fechas, pero lo iba a ver para año nuevo, ¿no?
Ares es la que debía saber cómo seguían los planes para año nuevo en Boston, ¡era la única que sabía la reacción de Brandon a lo de mamá y su "resucitación"!
Sí, tenía que ir con ella. Con mi hermana rubia.
Esther se me quedó viendo, consternada. Desde mi ángulo, ella quedaba en medio de mamá y papá, quienes se miraban no sé, quizá esperando que el otro diera el primer movimiento. Esther me miraba casi con un cartel de ayuda sobre su frente.
Saqué mi teléfono del bolsillo para indicarle cuando Ares estuviera un poco más... tranquila y dispuesta para hablar. Me puso cara de "¿Me estás jodiendo?"
Oops, ella no tenía celular.
No sé papá qué clase de vista tiene, que ladeó la cabeza como si recordara algo, y se levantó de su asiento hacia la cocina. Después, volvió con una caja blanca en las manos.
¿Qué clase de déjà vú era eso a cuando le dio el celular nuevo y las llaves del Ferrari a Ares?
-Ten- le dijo sin más a Esther, extendiéndole la caja.
Ella miraba la caja y luego lo miraba a él rápidamente. ¿Incrédula?
-No puedo aceptarlo- murmuró, con cierto temor, terminando con la cabeza baja.
-Me aceptarás cosas más caras, y no puedes decirme que no lo necesitas. De hecho ya hasta carga tiene, pero te lo quería dar en su caja y todo- después, se le acercó para "susurrarle", aunque mamá y yo escuchamos-. Compré el mismo celular en dos colores para tu hermana, es que la última vez que les compré el iPhone más nuevo se terminó comprando otro por el color y le dio el que tenía a Anthony. Esta vez que ella necesitaba otro, me preparé para ello y no lo necesité. Así que es todo tuyo.
Quisiera decirles qué es lo que dijo Esther, pero la verdad es que no dijo nada. No al menos verbalmente. Su lenguaje corporal fue el que se expresó.
Se veía bien emocionada pero era como si algo la retuviera de alguna manera. Como si tuviera que contenerse. Como si sus emociones no le gustaran o no las quisiera tener.
-Te escribo- terminé diciendo, desesperado por irme con Ares.
Traumado estaba ya con ella. Sentía que cualquier segundo sola me la arrebataría.
-Ajá, ¿a qué número?
-Uy, bueno. Me mandas mensaje en Instagram.
-No tengo Instagram. Sí tenía pero lo cerré.
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Phantasy // COMPLETA
Teen FictionLos Stone son una fantasía. No hay otra forma de describirlo: talentosos, exitosos, guapos, ricos, millones de seguidores en redes sociales y aclamados en muchísimas partes del mundo. Son la familia ideal, los hermanos e hijos perfectos. ¿Qué podrí...