Vmin - Magnetismo

CAPÍTULO 17 - HALLAZGO

Durante el transcurso de la semana, Jimin y Jungkook habían empezado a buscar empleo. Cada uno fue explorando por internet, diferentes portales de publicaciones en diversos rubros. Así también, se acercaron a los comercios donde solicitaban personal, en los cuales, la mayoría trataba sobre atención al cliente.
Fue así que ambos jóvenes comenzaron a asistir a las pocas entrevistas que obtenían, dentro del horario en el cual ellos no asistían a sus clases en la universidad.

De este modo, y una vez más, el castaño salía de otro edificio donde ni siquiera había tenido la oportunidad de ser entrevistado, ya que el puesto había sido ocupado.

Suspirando, Jimin sacó su celular del bolsillo delantero de su pantalón negro de vestir y a continuación desbloqueó la pantalla para mirar la hora. 
Aún tenía tiempo para asistir a su próxima entrevista, la cual era en la misma zona céntrica de la ciudad.

Mientras esperaba, Jimin decidió ingresar a una tienda.
Caminando por uno de los corredores, encontró las máquinas de heladeras donde estaban las bebidas frías. Al llegar a éstas, Jimin se detuvo y empezó a mirar cuál escoger. 

En ese momento, otra persona se acercó también a las máquinas y el castaño se hizo a un lado para no estorbar. 

— Gracias — se escuchó la voz de un joven de cabello color cobre.

— De nada — dijo Jimin 

A la par, ambos observaban las máquinas, pero Jimin podía sentir la mirada del desconocido sobre él, lo que le empezó a incomodar.

— Bonito atuendo — volvió a escuchar la voz del jóven.

— ¿Eh? — el castaño levantó levemente sus cejas al mirarlo.

— Decía que tienes un bonito atuendo — sonrió el de cabello cobre viendo las mejillas de Jimin ponerse rosadas mientras bajaba su mirada.

— Y-Yo... — escuchó una pequeña risa y levantó su mirada hacia el mayor.

— Solo es un cumplido — dijo al mover su cuerpo para observar de frente a Jimin — Dime, ¿trabajas en alguna oficina?

— No, sólo soy un estudiante.

— Mm, ya veo. ¿Cómo te llamas?

— Jimin...Park Jimin. 

— Un gusto Park Jimin — el mayor extendió su mano, la cual fue tomada por el castaño — Sabes, por un momento pensé que hasta podrías ser un modelo, de esos que salen en portadas de revistas de moda.

— No, desde luego que no.

— ¡Vamos! Lo digo en serio, con un rostro atractivo como el tuyo...— se cruzó de brazos — realmente serías muy bueno para modelar.

— ¿Por qué me está diciendo todo esto? — preguntó Jimin, frunciendo su ceño.

— No me malentiendas, trabajo en una pequeña agencia de publicidad. Soy fotógrafo pero también manejo otras áreas del departamento y me parece que tú podrías encajar perfectamente para una de las campañas como modelo.

— ¿Modelo? — levantó sus cejas al escucharlo.

— Sí Park, ¿por qué no? — se escuchó el sonido de un timbre y el mayor sacó su celular de la campera de cuero que traía puesta — Oh, ya debo irme — dijo al mirar la pantalla y bloquearla nuevamente mientras rebuscaba en sus bolsillos con su mano libre. — Aguarda un segundo...

— Lo siento pero también tengo que irme y sobre lo que dijo, no creo ser el indicado. — señaló Jimin.

— Entiendo, de todas formas ten ésto — dijo el mayor, entregándole una tarjeta pequeña de color negra con letras blancas. — Si cambias de opinión,  acércate a la agencia. Te haremos algunas pruebas y si todo marcha bien, puedes quedarte con el puesto. No es mucho el dinero que cobrarías pero no deja de ser una gran oportunidad laboral.