2. Sombrero Seleccionador

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El día que más habia ansiado, el primero de Septiembre, ya había llegado.

El estómago se me revolvía.

El pan tostado untado en mermelada que habia tomado como desayuno ya hacía un par de horas, seguía en mi garganta provocándome un terrible malestar de naúseas.

—¿Lista? —preguntó Esther cuando estuvimos frente a una barrera hecha de metal. Tragué saliva y asentí— Bien, Claire. Toma fuerte el carrito y corre hacia la barrera.

Comencé a correr hacia la barrera cerrando los ojos para no sentir tanto el impacto y para mi sorpresa, no lo habia hecho.

Una locomotora de vapor color escarlata, esperaba en el andén lleno de gente con un rótulo que decía: "Expreso de Hogwarts, 11 hrs".

Miré hacia atrás y seguía la arcada de hierro donde estaba la taquilla con las palabras "Andén Nueve y Tres Cuartos".

El humo de la locomotora se elevaba sobre las cabezas de la ruidosa multitud, mientras que gatos de todos los colores iban y venían entre las piernas de la gente.

A lo lejos pude ver a una mujer muy parecida a Esther pero con un aspecto robusto y de estatura mediana dirigiéndose a cuatro muchachos y una niña de aproximadamente diez años: todos pelirrojos y pecosos como su madre, pero muy flacuchones.

Las lechuzas ululabán por encima del ruido de la plática y los ruidos que hacían los pesados baúles.

Los primeros vagones ya estaban repletos de estudiantes: algunos asomados por las ventanillas para hablar con sus familiares u otros discutiendo sobre los asientos que iban a ocupar.

Esther iba al menos unos metros más adelantada en el andén porque estaba buscando un compartimento vacío para poder ayudarme a subir el gran baúl en el expresso ignorando el hecho de que podía haberlo hecho yo sola.

Pasé a lado a un muchacho de pelos tiesos, rodeado de personas de su edad.

A mi lado también habia un chico asomando la cara a los compartimentos para ver si habia uno vacio. Tenia la cabeza redonda y los cabellos rubios, con una expresión de preocupación que hacia sus mejillas más rosas.

—Hola, eh ¿es tu primer año en Hogwarts? —preguntó el chico con los cabellos despeinados. Asentí mirándolo—... no hay compartimentos... vacíos, ¿ves uno? —el muchacho me miraba varías veces, parecía nervioso por ser su primer curso.

Negué.

—Tal vez haya alguno más adelante —observé empujando el carrito con la esperanza de encontrar un compartimento.

—Ah... sí, eso creo —susurró.

Volví a mirarlo y con delicadeza, lo observé de arriba a bajo intentado descifrar si también era hijo de magos o hijo de personas no mágicas.

A lo lejos pude ver a Esther agitando la mano e indicando que ya habia encontrado un compartimento vacío.

El chico timido, también se dirigió a los mismos comportamentos aunque un poco más alejado en donde lo esperaba también una anciana con un bolso muy colorido y elegante.

Esther muy campante, tomó mi baúl y lo subió en el compartimento sin si quiera preguntarme si podia hacerlo o no. De todas maneras, era trabajo y energía ahorrados.

—Eres todavia muy jovencita como para cargar ese tipo de baúles pesados —dijo poniéndose la mano en una cadera mientras tomaba aire.

—No me costaba subirlo, pero gracias, Esther —le agradecí con amabilidad.

Enamorada de Potter (Harry Potter y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora