66- La Llegada de Lord Voldemort

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Cuándo Potter fue hacia la tarima, Lupin lo rodeó con los brazos y lo retuvo.

—No puedes hacer nada, Harry...

—¡Vamos a buscarlo, tenemos que ayudarlo, sólo ha caído al otro lado del arco!

—Es demasiado tarde, Harry.

—No, todavía podemos alcanzarlo... —Lupin lo sostenía con todas sus fuerzas.

—No puedes hacer nada, Harry, nada. Se ha ido.

—¡No se ha ido! —bramó Potter.

Estaba paralizada.

Mis ojos estaban casi llenos lágrimas, en mi garganta había un nudo que hacía que ni siquiera pudiera respirar bien... si lo hubiera salvado... si tan solo no me hubiera acobardado el miedo...

Esther y Sirius estaban muertos.

La mujer estaba tirada en el suelo con los ojos abiertos de sorpresa  y con el cuerpo rigido, sin señales de estarse moviendo.

—No... no, Esther... Sirius —dije con la voz temblando.

Potter seguía forcejeando con Lupin.

—¡SIRIUS! —gritó— ¡SIRIUS!

—No puede volver, Harry —insistió Lupin; la voz se le quebraba mientras intentaba retener al chico— No puede volver, porque está m...

—¡NO ESTÁ MUERTO! —rugió Potter— ¡SIRIUS!

Reinaba una gran agitación y surgían destellos de nuevos hechizos; pero era un bullicio sin sentido.

Lupin alejó a Potter de la tarima.

Dumbledore tenía a casi todos los otros mortífagos agrupados en el centro de la sala, aparentemente inmovilizados mediante cuerdas invisibles; Ojoloco Moody había cruzado la sala arrastrándose hasta donde estaba tirada la chica jóven e intentaba reanimarla; detrás de la tarima todavía se producían destellos de luz, gruñidos y gritos: el hombre había ido hasta allí para relevar a Sirius en el duelo con Bellatrix.

—Harry...

Longbottom había bajado uno a uno los bancos de piedra hasta llegar a donde estaba su compañero, que ya no peleaba con Lupin, quien de todos modos seguía sujetándole el brazo, por si acaso.

—Harry..., lo siento mucho... —dijo Longbottom. Todavía agitaba las piernas de modo incontrolable— Ese hombre..., Sirius Black..., ¿era amigo tuyo?

Potter asintió con la cabeza.

—Ven aquí —le indicó Lupin a Longbottom con voz queda, y apuntando con la varita a sus piernas, dijo— ¡Finite! —Así cesó el efecto del hechizo.

Longbottom por fin pudo poner los pies en el suelo y sus piernas dejaron de moverse.

Miré a Lupin quien estaba muy pálido.

—Vamos..., vamos a buscar a los demás. ¿Dónde están, Neville?... Claire, levántate, vamos.

Mientras preguntaba eso, Lupin fue apartándose del arco...

Daba la impresión de que cada palabra que pronunciaba le causaba un profundo dolor.

—Están todos allí —afirmó Longbottom— A Ron lo ha atacado un cerebro, pero creo que está bien. Y Hermione continúa inconsciente, pero le hemos encontrado el pulso...

Entonces se oyó un fuerte golpetazo y un grito detrás de la tarima.

El hombre Kingsley caía al suelo aullando de dolor: Bellatrix Lestrange me hizo una seña y empezó a huir, pero Dumbledore se volvió y le lanzó un hechizo que ella desvió para luego comenzar a subir por las gradas...

Enamorada de Potter (Harry Potter y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora