Enamorada de Potter (Harry Potter y tu)

23- El Encuentro con Black

Cuando terminé mi investigación sobre los lobos, me di cuenta que mí yo pequeña hubiera creído que los lobos eran como los de Caperucita, pero no.

Parkinson acarició un rato el cabello rubio de Malfoy, admirando cada facción y él sonreía de lado fascinado.

Bebí el zumo de calabaza servido en la copa y tomé el tenedor para llevarme aquel pedazo de salchicha a mi boca.

Mire en el otro lado del comedor.

El muchacho a quien miraba conversaba con sus dos amigos en la mesa de gryffindor.

- ¿Por qué mirás a Potter? -preguntó Draco molesto - Te observo, Riddle.

-¿Cómo que me observas? -dije alzando una ceja.

-No en sí. Me refiero que observo tu manera de pensar, pero no comprendo porque en el caso de ese grandulón estas de su lado.

- ¿Yo? para nada -contesté con tranquilidad con un tono irónico.

Parkinson torció la boca.

Metí el tenedor a mi boca.

Esa mañana tenía mucha hambre, me había servido dos salchichas más de las tres en mi plato.

La muchacha de ravenclaw de cabello negro brillante: Cho Chang, me miraba de reojo.

Me senté en frente de la chimenea de la mazmorra, mientras admiraba a el calamar gigante.

Tomé el diario de mi madre.

Remojé la pluma de tinta y empecé a escribir con calma, describiendo perfectamente aquel dia en la tienda de Madame Malkin.

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Zabini a mi lado se quejaba en voz baja de los jugadores de ravenclaw, sangre pura que eran traidores de sangre.

El equipo de Ravenclaw, de color azul, aguardaba ya en el campo. La buscadora, Cho Chang, la única chica del equipo.

Potter la veía como si fuera la única chica del mundo.

Sin ningúna razón me sentía furiosa, y tenía muchísimas ganas de lanzarle un hechizo a Potter.

Todos se elevaron en sus escobas.

-Han empezado a jugar y el objeto de expectación en este partido es la Saeta de Fuego que monta Harry Potter, del equipo de Gryffindor. Según la revista El mundo de la escoba, la Saeta es la escoba elegida por los equipos nacionales para el campeonato mundial de este año.

-Jordan, ¿te importaría explicar lo que ocurre en el partido? -interrumpió la voz de la profesora McGonagall.

-Tiene razón, profesora. Sólo daba algo de información complementaria. La Saeta de Fuego, por cierto, está dotada de frenos automáticos y...

-¡Jordan!

-Vale, vale. Gryffindor tiene la pelota. Katie Bell se dirige a la meta...

Potter pasó como un rayo al lado de Katie Bell y en dirección contraria, buscando a su alrededor un resplandor dorado y mientras que Cho Chang le pisaba los talones. Continuamente se le cruzaba, obligándolo a cambiar de dirección.

Potter aceleró la Saeta al rodear los postes de la meta de Ravenclaw, seguido de Chang.

Potter descendió en picado; Cho lo vio y salió rápidamente tras él.

Los seguidores de Gryffindor dieron un grito de decepción y los de Ravenclaw aplaudieron a rabiar a su golpeador. George Weasley desfogó su rabia enviando la segunda bludger directamente contra el golpeador que había lanzado contra Potter. El golpeador tuvo que dar en el aire una vuelta de campana para esquivarla.