Enamorada de Potter (Harry Potter y tu)

9. Sauce Boxeador

Las vacaciones de verano por fin acabaron, la mayor parte del verano había estado escuchando a una de las mejores bandas de Reino Unido.

Seguí comiendo el pan tostado untado en mermelada de fresa mientras admiraba el sendero de la casa de Esther.

Sabía que había arruinado por completo lo que Dumbledore consideraba amistad con Potter.

—¿En que piensas? —preguntó Esther dejando de doblar la ropa.

—En nada importante.

Estiré la mano para comer más pan tostado, unté por todas partes la mermelada en el pan y me lo lleve a la boca.

Esther me decía que comiera hasta que me llenara, porque me veía muy "delgada", aunque más bien quería que me comiera todo porque asi no quedaría comida sobrante.

La mañana siguiente me había costado trabajo despertar, con trabajo había abierto los ojos, supuse que era porque no habia dormido nada en la noche.

Busqué por todas partes de la habitación mis plumas nuevas pero no había rastro de ellas por ninguna parte.

Esther irrumpió en la habitación.

—Aquí están, Claire —dijo sacando los pergaminos de el cajón—. Te había dicho que buscarás bien, pero me dijiste que no estaban en el cajón. Date, prisa.

Fruncí el ceño.

Acomodé mi uniforme en el baúl, juntó los libros.

︿︿︿︿︿🌟︿︿︿︿︿

HARRY:

—Yo pasaré con Ginny —dijo la señora Weasley desviando la mirada de nosotros—  Esther y la niña pasarán primero y los dos después.

Tomó a Ginny de la mano y empezo a caminar. En un abrir y cerrar de ojos ya no estaban.

—¡Por Merlín! —gruño Ron.

Ron se apartó para que ambas entrarán.

—Gracias, Ronnie, vamos, Claire, entraré rápido y me seguirás —la mujer entró y se perdió de vista.

Los tres miramos el reloj que estába pegado en la pared, eran las 10:59.

—Pasa rápido, Black —le dije.

—Vamos juntos, sólo nos queda un minuto —dijo Ron nervioso.

Me asegure de que la jaula de Hedwig estuviera bien sujeta encima del baúl, y los tres empujamos nuestro carrito contra la barrera.

Los tres carritos chocaron contra la barrera y rebotaron.

El baúl de Ron saltó y se estrelló contra el suelo con gran estruendo, el de Black se estrello con la pared, y el mío, se cayó, mientras la jaula de Hedwig, fue a caer en el suelo, rebotó y salió rodando, con Hedwig dentro dando unos terribles chillidos.

Todo el mundo nos miraba, y un guardia que había allí se acercó a nosotros.

—¿Qué demonios están haciendo?

—He perdido el control del carrito —dije jadeando, sujetándome las costillas mientras me levantaba.

Black salió corriendo detrás de la jaula de Hedwig, que estaba provocando tal escena que la multitud hacía comentarios sobre la crueldad con los animales.

—¿Por qué no hemos podido pasar?

—Ni idea.

Ron miró furioso a su alrededor.