Enamorada de Potter (Harry Potter y tu)

43- La Primera Prueba

La vida en el castillo, era normal.

Según lo que había dicho Esther, de Skeeter era una mujer super entrometida.

Rita Skeeter había publicado su artículo sobre el Torneo de los tres magos, que resultó ser no tanto un reportaje sobre el Torneo como una biografía de Potter.

La mayor parte de la primera página la ocupaba una fotografía de Potter, y el artículo (que continuaba en las páginas segunda, sexta y séptima) no trataba más que de Potter.

Los nombres (mal escritos) de los campeones de Durmstrang y Beauxbatons no aparecían hasta la última línea del artículo, y a Cedric no se lo mencionaba en ningún lugar.

El artículo de Rita Skeeter me ponía confusa y enojada, ella decía un montón de cosas que Potter no diría.

Supongo que les debo mi fuerza a mis padres. Sé que estarían orgullosos de mí si pudieran verme en este momento... Sí, algunas noches aún lloro por ellos, no me da vergüenza confesarlo... Sé que no puedo sufrir ningún daño en el Torneo porque ellos me protegen...

Finalmente, Harry ha hallado el amor en Hogwarts: Colin Creevey, su íntimo amigo, asegura que a Harry raramente se lo ve sin la compañía de una tal Hermione Granger, una muchacha de sorprendente belleza, hija de muggles y que, como Harry, está entre los mejores estudiantes del colegio.

Desde que había aparecido el artículo, tuve que soportar que la gente (especialmente Slytherin) le citaran frases al cruzarse con él en los pasillos e hicieran comentarios despectivos.

—¿Quieres un pañuelo, Potter, por si te entran ganas de llorar en clase de Transformaciones?

—¿Desde cuándo has sido tú uno de los mejores estudiantes del colegio, Potter? ¿O se refieren a un colegio fundado por ti y Longbottom?

El día fue como estallar.

Todos salian, y en el pasillo solo quedaron cinco alumnos.

—¡Eh, Harry! —gritaron detrás de el.

—Sí, he estado llorando por mi madre muerta hasta quedarme sin lágrimas, y ahora me voy a seguir... —Potter hizo una mueca.

Me alejé de la pared.

—No... Sólo quería decirte... que se te cayó la pluma.

Era Cho Chang.

Vi como Potter se puso colorado. Me sentía idiota sin mover un músculo.

—Perdona —dije después de haber chocado con intención mi hombro con el de Cho Chang.

Por otra parte, Parkinson estaba fastidiada por lo de Skeeter.

—¿De sorprendente belleza? ¿Ella? —chilló Parkinson la primera vez que la tuvo cerca después de la aparición del artículo de Rita Skeeter—. ¿Comparada con quién?, ¿con un primate.

Viktor Krum pasaba también por la biblioteca, me preguntaba por qué.

¿Estaba estudiando, o buscando algo que le sirviera de ayuda para la primera prueba?

También me encontraba a Granger y a Potter.

Me fastidiaba los grupitos de chicas que lo espiaban escondidas a Krum tras las estanterías y sus risitas risueñas como si esperaran tener una oportunidad con él, no me dejaban concentrar.

Me molestaba el ruido.

Los días que quedaban para la primera prueba transcurrieron tan velozmente como si alguien hubiera manipulado los relojes para que fueran a doble velocidad.