CAPITULO 9

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Al día siguiente, los rayos de sol entraron por la ventana y se posaron sobre mi rostro, haciéndome despertar. Me di cuenta de que aún vestía el vestido color coral de la noche anterior y que estaba mareada. Me incorporé, comprobando que las sábanas estaban llenas de maquillaje. Me levanté y retiré las sábanas para apartarlas en el baño para que las empleadas del castillo, limpiaran aquel desastre. Fui al baño y vi que mi aspecto era horrible. Cogí una toallita desmaquillante para quitarme los restos del maquillaje. Intenté peinar mi cabello que estaba hecho una maraña, sin éxito. Me rendí y decidí darme una ducha. Fui al vestidor y cogí un conjunto formado por unos pantalones negros y anchos con una camiseta de tirantes en forma de v y color blanco con lencería de encaje blanco. Aquel día, me entretuve en la ducha y canté con fuerza y alegría a pesar de cómo había terminado la noche anterior. Debería haber estado destrozada por la pelea con Yolanda, pero no solo no sentía arrepentimiento, sino que estaba más convencida de mis sentimientos por Ray. Me gustaba y aunque jamás había sentido cosas tan fuertes por nadie, estaba dispuesta a luchar por él.

Una vez lista, salí a la terraza a saborear el frescor de la mañana. No tenía hambre, lo que realmente me apetecía era caminar, así que entré de nuevo a la habitación, cogí una chaqueta de cuero negro con unas botas negras y salí. Cuando estaba a punto de llegar al salón real, intercepté a Jessica hablando con una pareja que me daba la espalda.

-Buenos días –saludé, posicionándome junto a Jessica y viendo a aquella pareja-.

-¿No nos vas a presentar, Jessica? –Quiso saber aquel hombre rubio de ojos claros y piel clara que hablaba con ella-.

-Sí, claro... Ella es Silvia, una amiga –resumió Jessica-...

-Adam Van der Vart –aquel chico me dedicó una sonrisa encantadora-.

-¿El licántropo? –dudé-.

-Ya veo que las noticias vuelan por aquí... Ella es Kya –señaló a la chica que había a su lado, una chica de cabello castaño, piel clara y ojos claros-.

-Silvia, ¿te importaría acompañar a Kya a dar un paseo? Tenemos un montón de reuniones y ya está aburrida de nosotros –me pidió Jessica-.

-Claro, será un placer... ¿Nos vamos, Kya? –me ofrecí-.

Kya le dio un abrazo a Adam antes de colocarse a mi lado. Las dos nos pusimos a caminar, una junto a otra. Al principio, el silencio se interpuso. Kya no parecía sentirse cómoda y no entendía qué hacía allí, hasta que recordé que Jessica quería aliarse con los licántropos...

-No hace mucho que vivo por aquí, pero puedo enseñarte los lugares más famosos del pueblo –me dirigí a Kya-.

-Sé que los licántropos no gustamos por aquí, pero –dudó-...

-Yo nunca he conocido a ningún licántropo, la verdad –le confesé-.

-¿Siempre has estado entre demonios? –Quiso saber-.

-Más bien, no... Hasta hace poco, vivía en el mundo humano –me encogí de hombros-.

-¿Y qué haces aquí? –insistió-.

-Hace poco me convertí en híbrida... ¿Y vosotros que hacéis aquí? –fui directa al grano-.

-Al parecer, seremos aliados vuestros contra los radicales –me explicó-.

-¿Por qué? Quiero decir, no sé qué os une a nosotros, no entiendo mucho de estas cosas –me expliqué-...

-Los licántropos tenemos parte humana y también van contra nosotros... ¿Por qué no unir fuerzas? –Kya se encogió de hombros-.

Amor y monstruosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora