Un mes después...
La recuperación de Ray estaba siendo sorprendentemente milagrosa. En teoría, mientras sus heridas se curaban y empezaba con la rehabilitación, deberían pasar un par de meses. Sin embargo, a las dos semanas, sus heridas estaban más que curadas y ya llevaba dos semanas de rehabilitación, en las que prácticamente había recuperado la movilidad de su pierna y su brazo al completo. Yo no podía estar más contenta ante el rumbo de su recuperación y no me separé ni un solo instante de su lado en ese mes, solo cuando alguien se quedaba a su lado y me pedía a marcharme a descansar.
Y esa no era la única razón de mi felicidad. En aquel mes, mi relación con Will se estrechó mucho más, sobre todo, porque ahora era oficialmente la pareja de Kya. Mi amiga estaba especialmente radiante y su ayuda con la recuperación de Ray también había sido fundamental. No pasé tanto tiempo con ella como me hubiera gustado, pero por suerte, su relación con Jessica también era muy buena y era Kya la que ahora la ayudaba con los preparativos y yo lo haría en cuanto le dieran el alta definitivamente a Ray.
Y por supuesto, la razón más importante de mi felicidad era mi embarazo. Ya llevaba dos meses en aquel estado y aunque las nauseas mañaneras eran lo peor que llevaba, mi cuerpo ya empezaba a experimentar cambios, aunque aún no eran evidentes. Jessica me hacía alguna revisión y todo iba de maravilla, incluso el ambiente armonioso que reinaba en el castillo y en el pueblo parecía un sueño que no quería que acabase nunca.
-¿En qué estás pensando, cariño? –Ray me sacó de mi ensoñación, mientras esperábamos que Jessica terminara de revisar unas pruebas en su despacho, para que nos informara sobre el diagnóstico de Ray-.
-No es nada importante –le quité importancia-.
-Estoy deseando que me den el alta definitiva porque me encuentro perfectamente y tengo muchos planes en mente –me miró pícaramente-.
-Ray –le advertí, imaginando por donde iba-...
-Me muero por hacerte el amor, han sido dos meses horribles sin ti –me susurró-.
-No adelantes acontecimientos porque aunque estés perfectamente y vaya a darte el alta aún no puedes hacer esfuerzos, general –Jessica intervino-.
-¿Va todo bien, Jessica? –quise saber-.
-Sí, muy bien... La recuperación de Ray ha sido milagrosa, pero aunque le dé el alta, aún no puede hacer esfuerzos de ese tipo –Jessica me miró con picardía-.
-Lo sé y así será, cuidaré muy bien de él estos días –asentí-.
-La próxima semana le haré una nueva prueba y si sale bien, ya podrá volver a hacer su vida habitual –aclaró Jessica-.
-Entonces, ¿qué se supone que haré esta semana? –Ray puso mala cara-.
-Volver a tu habitación del castillo, pasear y relajarte –Jessica se encogió de hombros-.
-No seas caprichoso, al menos podrás salir del castillo y despejarte –intente bromear-.
-Solo con salir de la enfermería, me conformo, de momento –él se resignó-.
-De momento, iremos a desayunar al salón real... No debería decirlo, pero os hemos preparado un recibimiento especial –Jessica nos guiñó el ojo-.
Aplaudí la idea, idea que ya conocía porque era yo la que la había propuesto. Me apetecía poder relajarme con mis amigos y con un Ray recuperado casi totalmente. Me sonrojé al recordar cuando él me decía, en las largas noches que pasó enyesado en la enfermería, que cuando le dieran el alta definitiva lo primero que haría sería hacerme el amor y recordarme lo mucho que me amaba. No era el único que deseaba entregarse al placer y a la pasión, aunque debía reconocer que la idea de estar embarazada y pensar en el sexo, me asustaba. Jessica siempre me decía que no habría ningún problema con entremezclar ambas cosas, pero no podía evitar sentirme indecisa. Normalmente, siempre lo tenía todo bajo control; pero desde que conocí a Ray, me enloquecía y casi no podía pararme a pensar y a tener autocontrol sobre mí misma. Sacudí la cabeza, alejando todos esos pensamientos, cuando llegamos al salón real. Jake, Alfred, Will y Kya nos esperaban en el salón real. Al vernos, se levantaron y Will empezó a silbar y a vitorear nuestra entrada, seguido finalmente en su recibimiento por Alfred y Jake. Kya se lanzó a mis brazos y después apretó con cariño el brazo sano de Ray, pero él la abrazó, dejándole claro que su relación cambiaría ahora que ella era la pareja de Will. Después, los abrazos y las palabras de ánimo se sucedieron. Me sorprendió cómo todos se habían preocupado por nosotros y nos tenían en consideración, cómo nos querían... No podía ser más feliz.
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Amor y monstruos
General FictionMi nombre es Silvia y soy una adolescente con una vida monótona y aburrida...y así fue hasta que conocí a Jessica, una adolescente con un toque oscuro, nada popular y que extrañamente, me caía bien. Jamás imaginé que mi vida cambiaría tanto al cruz...