Te Seguiré.

Circles.

Quería hacer algo con esta canción desde que Cass dejó el búnker así que yeeey. Ojo, mucha narrativa

Canción: Circles de Post Malone.

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"Te reto a que hagas algo, te estoy esperando de nuevo."-Post Malone.

...

Aquella cabaña era realmente acogedora, hogareña a pesar de encontrarse solo en ella.

Las vistas hacia el lago eran algo que Castiel no podía expresar, especialmente cuando el sol se alzaba e iluminaba las aguas tranquilas hasta colorearlas con naranja y amarillo. Cass a veces se encontraba tan ensimismado que se veía a sí mismo mirando hacia un costado esperando encontrarlo para compartir aquello pero su sonrisa se borraba al darse cuenta que estaba solo.

La cabaña era cómoda pero Castiel estaba tan solo, se encontraba a sí mismo buscándolo entre las personas del poblado, en los botes que veía en el lago, en su propio reflejo en el espejo. En las noches miraba la puerta esperando a que él la atravesara y le pidiera volver, le pidiera disculpas y le prometiera no alejarlo de nuevo.

Quería que Dean fuera por él.

Desde que lo conocía era una constante ida y vuelta entre ellos haciendo que Castiel comenzara a cansarse. Siempre era él el que corría de vuelta a Dean apenas sentía su ausencia, ¿por qué no podía ser al revés en esa ocasión?

Suspiró temblorosamente viendo como su aliento empañaba el cristal frente a él. Veía el otoño transcurrir en las copas de los árboles tiñendo las hojas de color borgoña, preparándolos para el invierno pero Castiel sentía que el frío se había adelantado.

—Oye, Dean. Me preguntaba...

Miró sobre su hombro esperando encontrar al cazador sin suerte alguna, encontrando la solitaria pero hogareña cabaña en la que se hospedaba en completo silencio.

Apretó los labios con fuerza, sintiendo los ojos arder en lágrimas no derramadas que le impedían hablar con propiedad, sintiendo su garganta cerrada mientras se ahogaba con su propio aliento. El nombre del cazador aún cosquilleaba en sus labios y dentro de él, más allá de su gracia, algo dolía de esa manera que parecía quemarlo.

Irse fue lo mejor, Cass lo sabía, pero deseó que Dean lo detuviera antes de salir por esa puerta. Seguía esperando que el cazador le buscara y le pidiera volver.

Quería, por esa ocasión, que Dean corriera hacia él en lugar de que Cass volviera a su lado como siempre hacía.

...

—Oye, Cass, ¿quieres ir a...?

Dean se quedó callado al entrar a la biblioteca y encontrarla vacía, sintiendo su estómago convertirse en un nudo esperando una respuesta que no iba a llegar.

Apretó los labios, sintiéndose de pronto molesto, olvidando su buen humor mientras convertía sus manos en puños y se despedía del sentimiento eufórico con el que se había levantado al imaginarse pasar tiempo a solas con el ángel.

Sabía que podía llamarlo, pedirle que regresara y le diera una última oportunidad, pero Dean estaba cansado de eso, de seguir tirando del ángel cuando no se lo merecía. De sentirse tan enojado con todo el mundo, de hacer pagar los platos rotos a Cass, ¿no era mejor si sólo se iba? ¿Si lo dejaba ir? Así no se mantendrían en ese tira y afloja que sólo los lastimaba.

Claro que pensarlo era mucho más fácil que hacerlo. Dean se descubría a sí mismo buscando al ángel en momentos al azar; a veces miraba por el espejo retrovisor esperando encontrarlo en el asiento trasero; otras veces, como ahora, entraba a la biblioteca esperando verlo sentado leyendo un libro.