Where Were You In The Morning?

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Continuación y posible final de Señorita.

Canción: Where Were You In The Morning de mi marido que hoy cumple 21 años, Shawn Mendes.

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Dean suspiró removiéndose en el colchón, sintiendo las sábanas deslizarse por sus piernas y torso hasta las caderas, giró aún con los ojos cerrados, pidiendo un poco más de sueño a quien sea que estuviera, alegando que era su día libre y podía permitirse faltar al trabajo. Intentó abrazar el cuerpo a su lado pero una corriente helada fue lo que lo recibió en señal de que aquel lugar llevaba vacío un buen rato.

Dijiste: "quiero conocerte"
¿Por qué tienes que darme esperanzas?
Dijiste que te quedarías a dormir,
pero luego me desperté con el aire frío.

Dean entreabrió los ojos mirando fijamente a su lado, encontrando la cama desecha en señal de que alguien había dormido ahí con él. Palpó la sabana, más dormido que despierto, aún esperando encontrar a alguien a pesar de que era obvio que ya no se encontraba durmiendo con él. Giró enterrando el rostro en la almohada ajena y suspiró sonriendo, olisqueando aquel aroma similar a cerezas y algo más, un poco floral quizá. Restregó la mejilla contra la almohada aun manteniendo una sonrisa en su rostro, recordando la noche anterior.

Maldecía a Castiel por levantarse antes, Dean quería repetir al menos unas horas más antes de tener que separarse y seguir con sus vidas. Quizá tener a Castiel en su vida fuera algo nuevo, Benny quería que superara sus relaciones pasadas, que volviera a ser el Dean de antes y estando con Castiel se había sentido así, como antes. Escuchándolo charlar y reír mientras comían una hamburguesa; escucharlo gemir su nombre y riendo contra sus labios mientras lo hacían sin descanso, como si el tiempo se les acabara.

¿Cómo pudiste hacerme creer
que había algo entre tú y yo?
Miro a mi alrededor y no te veo.

Era como si al fin conociera a alguien con quien encajaba a la perfección y sabía que era ridículo pensar en eso cuando apenas si lo conocía, sólo pasaron unas horas juntos, unas muy buenas horas en las que Dean sintió que fueron semanas. Con Cass todo había resultado fácil, desde la charla hasta el sexo, era como si ambos conocieran a la perfección al otro y supieran lo que harían mucho antes de siquiera pensarlo a fondo. Dean podría enamorarse de Castiel muy fácil ¿no es así? Lo veía venir, lo sentía florecer mientras se encontraba abrazando la almohada que Cass había usado la noche anterior.

Se quedó recostado unos segundos más, agudizando el oído en espera de escuchar a Castiel por alguna parte de su apartamento pero fue entonces que el silencio lo despertó por completo, como si la carencia de sonido encendiera una alarma dentro de Dean que lo obligaba a dejar su cama. Miró el reloj despertados descubriendo que apenas serían las diez, nadie en su sano juicio se levantaba tan temprano luego de una noche tan movida.

¿Dónde estabas por la mañana, cariño?
No dejaste tu número para mí,
me dejaste sin avisar, cariño.

Dean se sentó en la cama pasándose una mano por el rostro en su intento de desperezarse. Miró a su alrededor esperando encontrar un indicio de que Castiel aún estaba ahí pero no había nada en lo absoluto, todo se mantenía en el mismo lugar dónde él ponía las cosas. Todo en orden. Paz y tranquilidad.

— ¿Cass?—llamó Dean sin salir de la cama, esperando a que alguien respondiera— ¿Cass, sigues por aquí?

No hubo respuesta, aquello sólo hizo que la alarma de Dean se encendiera aún más y el pánico se asentara en su estómago dispuesto a quedarse. Dean se apresuró a ponerse los pantalones, importándole poco el desastre pegajoso que era su abdomen, y se apresuró a ir al baño, quizá Castiel estaba duchándose o algo por el estilo pero al acercarse y no escuchar el agua correr se dijo que no, que Castiel no estaba ahí. Sin embargo no desechó la posibilidad y abrió la puerta encontrando su baño como él lo había dejado la mañana anterior, aún estaban los calzoncillos sucios y la ropa en el cesto que no había lavado.

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