Te Seguiré.

Amor Valiente.

Destiel AU, otro bonito porque pues...porque yolo. Y ya las caché bola de pervertidos que sólo les gusta lo hardcore con Deanmon y Angel!Cass -.-

Canción: Amor Valiente de Emilio Osorio ft Joaquín Bondoni. Esa canción sale en la telenovela mexicana "Mi Marido Tiene Familia" en referencia al shipp Aristemo, que son los morros que la cantan :v y es bonito porque creo, CREO, por primera vez en México se trata el tema de lo LGBT tan abiertamente y de manera televisiba sin discriminación, recuerden que México, por muy bonito que sea mi país, es muy machista y retrógrada en ciertos aspectos so...que hicieran el ARISTEMO fue un enorme paso, televisibamente hablando. No, no veo la novela pero sí los shippeo porque son más canon de lo que tendré ;-;

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

El comedor de la escuela estaba a rebosar de gente haciendo que el lugar fuera intransitable, murmullos y murmullos por todas partes, risotadas y el olor de una comida de dudosa procedencia inundaban los sentidos de todos ahí. Aunque, claro, parte de los murmullos que corrían por el comedor se debían a cierta pareja que aún no estaban acostumbrados a ver a pesar de que no hacían cosas diferentes que antes.

En una mesa alejada de los idiotas del equipo de futbol y de los tontos del grupo de ajedrez se encontraba una pareja nueva mirándose como si no se hubieran visto en días. Uno de ellos, el pelinegro llamado Castiel, estaba concentrado narrándole su clase de química a su novio, sí dije novio, Dean que era el quarterback del equipo de la escuela, quitándole la corteza a su emparedado antes de comérsela. Tan ajeno al hecho de que su novio lo miraba embobado como si no pudiera concebir alguien más hermoso que el ser que tenía en frente.

Sé que comentan el modo en qué te miró,
no saben lo que siento,
instinto verdadero.

Dean tenía un codo apoyado en la mesa y su barbilla descansaba sobre su mano, mirando con ojos brillantes y una sonrisa bobalicona al pelinegro, perdiéndose en la forma en que el rubor cubría sus pálidas mejillas y mechones de cabello oscuro le caían sobre su frente, se perdía en cómo sus cejas tupidas coronaban aquellos ojos tan azules que lo hacían sentir que nadaba en un océano sin fin. Prestaba poca atención a lo que fuera que Castiel le decía pues lo único que quería era contemplarlo antes de que sonara el timbre.

Claro que eso fue lo que hizo que el rubor en sus mejillas no pasara desapercibido y en cómo la tristeza opacaba sus ojos. Dean frunció el ceño y se incorporó mientras Castiel miraba disimuladamente hacia una mesa de la izquierda y luego miraba a Dean.

—Creo que tengo que ir a terminar una tarea—susurró el pelinegro.

Dean tomó su mano, deteniéndolo, y miró con el ceño fruncido a la mesa que había provocado aquello en Castiel. Las porristas miraban indignadas a Dean antes de voltear el rostro con brusquedad como si aquello fuera a lastimar a Dean.

—No les hagas caso, bebé—gruñó Dean llevándose la mano de Castiel a los labios y mirándolo con una sonrisa divertida—Son unas perras envidiosas.

—Decían que no saben qué puedes ver en mí—susurró Castiel ruborizado—Sé que no debo de hacerles caso pero...

Dean volvió a enmudecerlo besándole la palma de la mano, haciendo que Castiel se relajara unos segundos y le sonriera con alivio. El mayor se inclino sobre la mesa dejando claras sus intenciones antes de que el pelinegro lo imitara y recibiera con una sonrisa el beso de su novio haciendo que un jadeo colectivo de la mesa vecina llenara el comedor.

Dean puso empeño en aquel beso importándole poco quién podía verlos; quería que dejaran de mirarlos, que al fin se callaran la boca porque eso de ser noticia todos los días comenzaba a cansarle, ¿qué les importaba a los demás si estaba enamorado de Castiel? El que era su novio era Dean no ellos, ya ni siquiera su padre le había armado tanto escándalo.