Te Seguiré.

Once Upon A Dream.

Está canción me arrulla machín alv.

Canción: Once Upon A Dream de Lana del Rey, hecha para la película Maléfica, como una versión de la canción Eres Tú El Príncipe Azul, original  de la película animada La Bella Durmiente 👑😴🌹

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El pasto se doblaba bajo los pies del campesino aquel mientras se adentraba al bosque siguiendo al ciervo blanco que había atraído su atención mientras cazaba. Intentaba ser lo más silenciosamente posible conforme seguía avanzando por la pradera escondiéndose cada dos por tres detrás de un tronco.

Siguió avanzando en silencio escuchando el arrollo lo suficientemente cerca, mantenía sujeto su arco con una flecha ya lista para atacar al ciervo, se lamió el labio superior deteniéndose detrás de un abeto, demasiado cerca del arrollo, y suspiró llenando de todo el aire posible sus pulmones antes de exhalarlo con lentitud intentando no hacer ningún tipo de ruido. Tensó la cuerda del arco antes de enderezar los hombros y salir de su escondite apuntando en lo alto hacia su presa.

Del otro lado del arrollo, allá donde el campesino creía que se encontraba el ciervo que venía siguiendo, estaba un muchacho de su edad aproximadamente vistiendo unos pantalones negros que caían de sus caderas holgadamente, traía el torso desnudo y su piel parecía brillar sutilmente con los rayos del sol que se colaban entre las ramas de los árboles, era tan blanco como el ciervo que había estado siguiendo hace unos instantes. Pero lo que llamó su atención no fue su obvia palidez ni su semi-desnudez, ni siquiera aquel rostro que parecía esculpido por una de esos célebres artistas de los que les solía contar sus tíos. Aquello que le cortó el aliento fueron las dos imponentes alas negras que salían de su espalda y llegaban hasta el suelo arrastrándose apenas unos centímetros.

Te conozco,
caminé contigo una vez en un sueño.
Te conozco,
esa mirada en tus ojos me resulta muy familiar.

El campesino sintió que el corazón se le atascaba en la garganta y no pudo dejar de admirar aquel ser. Había escuchado historias de sus tíos sobre lo que rondaba en aquellos lugares demasiado cercanos al páramo de criaturas extrañas, había escuchado que un ser alado acompañaba a la señora de los bosques y mantenía a los humanos lejos de sus secretos cuidando hasta la más inocente criatura de ser sacrificada inocentemente. Claro que él siempre creyó que eran historias pero el sólo hecho de tener frente a él aquella criatura hacía que sus músculos se tensaran y su corazón acelerara la marcha.

Ninguno habló durante lo que parecieron largos segundos, eternos a decir verdad. El campesino seguía manteniendo el arma cargada y tensa alerta a cualquier tipo de ataque. Aquella criatura ladeó ligeramente la cabeza haciendo que un mechón de oscuro cabello le cubriera ligeramente los ojos color azul. El campesino bajó con lentitud el arma y frunció el ceño ante ese gesto tan familiar. El brillo en aquellos ojos ridículamente azules se le hacía demasiado conocido como para pasarlo por alto o siquiera pensar en dañarlo, imitó el mismo gesto de confusión que aquel ser y esperó la revelación.

—Él me dijo que querías cazarlo—habló aquel ser con una voz profunda que creó ondas en el agua—Dijo que tiene crías a las qué cuidar y por eso estaba fuera del páramo.

Y yo sé que es cierto
que las visiones rara vez son lo que parecen,
pero si te conozco sé lo que harás,
me amarás otra vez
así como lo hiciste una vez en un sueño.

El campesino frunció el ceño sin saber muy bien a qué se refería aquel ser pero aún sintiendo que su voz era como un arrullo para su ser, controlándolo como si de una marioneta se tratara. Aquel ser era como una melodía atrayéndolo a la luz y él sabía que ya había estado bajo su halo, ya había caminado con él mientras sostenía su mano y miraba aquellos ojos como el cielo.