Te Seguiré.

11 Minutes.

Extra de Payphone. ¿Ya les dije que amo a Halsey? ¿NO? Weno, la amooooooooo.

Canción: 11 Minutes de YUNGBLUD, Halsey ft Travis Barker.

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Estoy a 11 minutos,
y te he extrañado todo el día.
Estoy a 11 minutos,
así que ¿por qué no estás aquí?

El sol de la mañana se colaba por las ventanas de aquel bello auto clásico estacionado a las afueras de un solitario bar. Dean miraba fijamente el techo del vehículo sintiendo como un agudo dolor comenzaba a crecer detrás de sus párpados martilleándole la cabeza, haciendo que la luz resultara molesta pero no se movió en lo absoluto, siguió contemplando aquel techo intentando encontrar la motivación necesaria para encender el auto y regresar al búnker.

Sabía que Sam iba a enojarse, Jack se preocuparía y su madre...bueno, ella no sabría que decirle. Nadie sabía como tratar a Dean últimamente pero no importaba porque aquello se estaba terminando ahora. Ya era momento de aprender a vivir con esa sensación física de abandono, después de todo no era la primera vez que alguien que le importaba desaparecía de su vida ¿no es así? Cualquiera diría que estaría acostumbrado a perder a los que amaba pero ahí estaba Dean demostrando que cada vez era peor que la anterior.

Creo que te he extrañado llamando a la otra línea,
sólo estoy pensando en todos estos pensamientos en mi cabeza.
Hablando de amor, pero ni siquiera puedo leer las señales.
Vendería mi alma por un poco más de tiempo.

Se restregó el rostro con las manos antes de incorporarse y poder sentare como era debido en el asiento del piloto. Miró fijamente el volante de Baby frente a él, debatiéndose si ya se encontraba lo suficientemente sobrio como para conducir a Kansas...decidió que así era por lo que colocó las llaves en el contacto y encendió su auto, saliendo de aquel abandonado lugar dejando atrás esa cabina telefónica que se había quedado con todo su cambio.

Apretó las manos en el volante mientras su pie se mantenía en el acelerador conduciendo con una nueva determinación mientras su corazón sangraba...metafóricamente. Cada latido dolía más que el anterior al recordar sus palabras, al recordar que él tenía a alguien más que cuidar, a alguien que ocupaba el lugar de Dean mientras que él no tenía a nadie, mientras él cuidaba al chico que era su retrato y le hacía la vida pesada a su hermano. Sus ojos se nublaron mientras apretaba los dientes al decirse que él era feliz y eso era lo que importaba sin importar qué tan miserable se sintiera.

Pero ¿acaso era justo? Dean siempre estuvo sacrificándose por todos, siempre pospuso su felicidad para que el mundo entero se mantuviera a salvo y sin embargo él no podía ser feliz, no podía pertenecer a ese bonito cuadro colorido lleno de risas y diversión, lleno de sentimientos que nunca se le permitieron sentir porque no eran para él. Porque los soldados no podían darse ese lujo, los soldados sólo protegían no amaban. Porque las armas solo servían para lastimar no para abrazar.

Condujo como si no pudiera hacer nada más en la vida. Siempre derecho sin despegar el pie del freno como siempre, sabiendo que llegaría el punto en el que si se descuidaba iba a estrellarse pero no importaba, no ahora...quizá lo haría mañana. Dean se encontraba tan cansado porque por primera vez en mucho tiempo le dijo a alguien que lo amaba.

Manchas todo mi cuerpo como si fueras vino tinto.
Eres el puto ácido de mi alcalino.
Pasas tu dedo del medio por mi espalda,
siento que no hubiera nadie que se disculpara.

Aquellas palabras se habían sentido tan extrañas en sus labios, como ajenas, como si no le pertenecieran. Dean sabía que el amor existía porque lo veía en todas las personas a su alrededor pero nunca había considerado la opción de sentirlo y aún así esa espina estaba clavada en su pecho diciéndole que no importara lo que hiciera siempre iba a estar ahí recordándole que lo único que había amado lo había perdido por ser un cobarde, por ser un idiota.