Te Seguiré.

Bésala.

Destiel semiau

Canción: Bésala perteneciente al Soundtrack de La Sirenita. Cambié el femenino de la canción por masculino para que se viera más acorde cx

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Sam había tenido una idea fantástica al ver todos los problemas de Dean con Castiel y había convencido a su hermano de que era necesario salir con el ángel a solas para que dejaran de lanzarse los trastos apenas se encontraran en la misma habitación; el ángel ya le había dicho a Sam que si su relación con Dean seguía así se tendría que ir para no molestar al cazador pero el menor de los Winchester sabía que si hacía eso sólo empeoraría el estado de ánimo de su hermano y no, no estaba dispuesto a soportar a un Dean melodramático andando por el búnker esperando por el ángel.

Así que apenas su hermano había invitado al ángel a ir fuera a pasar el rato, lo que se convertía en una "cita, no cita", Sam corrió por sus propias llaves de uno de los vehículos del búnker y telefoneó a Charlie, dispuesto a seguir a su hermano a donde sea que se dirigiera con tal de hacer que aceptara sus sentimientos por el ángel de una maldita vez sino Cass se iba a ir y Sam no iba a soportar otro episodio de depresión de parte de Dean, claro que no.

Percusión,
cuerdas,
viento,
letra.

Por lo tanto ahí estaban los dos, Sam y Charlie, mirando a hurtadillas detrás de una banca la forma en la que Cass y Dean se encontraban sentados desde el otro extremo mirando a las familias ir y venir por el parque.

—Sam, tu cabello no me deja ver nada—se quejó la pelirroja cuando el viento atrajo el cabello de Sam a su rostro.

—Pues no está pasando nada—gruñó Sam con fastidio colocando su cabello detrás de su oreja—Sólo están ahí sentados, charlando, ¡ni siquiera se han acercado!

Charlie al fin pudo contemplar la escena frente a ellos y suspiró llena de fastidio al ver a Cass y a Dean sentados cada uno en los extremos de la banca, alejados un brazo de distancia como si el otro pudiera contagiarles algo; Castiel se encontraba mirando su regazo respondiendo superficialmente a cualquier cosa que Dean le preguntaba mientras que el cazador se encontraba con un brazo en el respaldo, apenas rozando la gabardina de Cass con los dedos, mirando alrededor como si todo fuera más interesante que su acompañante.

Él está
ahí sentado frente a ti.
No te ha dicho nada aún
pero algo te atrae.

—Así no van a llegar a ningún lado—gruñó Charlie cruzándose de brazos—Quizá debemos ponerlos en ambiente—sugirió la pelirroja haciendo que Sam la mirara sin entender.

— ¿Y cómo ponemos ambiente romántico en un parque?

Charle pareció pensarlo durante un segundo, lo primero que debían de hacer para darles un toque más romántico era inspirar el amor que ya se tenían, hacerlo florecer de alguna manera sin que ellos resultaran demasiado evidentes. Charlie miró a su alrededor intentando encontrar una fuente de inspiración, cualquier cosa que pudiera servir en algo pero sólo había niños, amas de casa y algunos vendedores ambulantes.

Sin saber por qué
te mueres por tratar de
darle un beso ya.

—Ya sé—exclamó antes de tirar de Sam—Sígueme.

Sam no estaba muy seguro de que algo improvisado funcionara pero tampoco iba a contradecir a Charlie, ella era la experta en estos casos. Siguió a la pelirroja hasta un vendedor de flores, pequeños ramos de coloridas flores que estaban en papel celofán de colores llamativos; Charlie pagó por el ramo más bonito y le pidió que se lo llevara al pelinegro de gabardina que estaba junto a su prometido pero que a ambos les avergonzaba.