Te Seguiré.

Heavy In Your Arms

Es destiel pero es más como desde la perspectiva de Dean desde algún punto de todo el desmadre. Creo que al video en multimedia le cortaron las dos últimas estrofas mamalonas por si no les cuadra la letra a lo largo del texto con lo que escuchan jeje

Canción: Heavy In Your Arms de Florence and The Machine.

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Había varias cosas de las que Dean siempre había sido consciente a lo largo de su vida y una en específico le escupía a la cara en ese instante mientras miraba a Castiel romperse de a poco era que Dean era un cáncer, era el cáncer del ángel sin importar cuánto intentaba erradicarlo.

Yo era un corazón pesado para cargar,
mi amado estaba sobrecargado.
Mis brazos alrededor de su cuello,
mis dedos entretejieron una corona.

No estaban teniendo una buena racha, Dean sentía que todo lo que tenía se le escapaba de entre los dedos mientras Cass y Sam permanecían a su lado sin saber qué decir, tan silenciosos esperando a que las cosas pararan, que dejaran de quitarles lo poco que tenían. La primera acción de Dean ante cualquier pérdida es enojarse, el enojo era más fácil de manejar.

No obstante había explotado contra la persona equivocada ¿por qué? Dean no lo sabía pero aquel enojo sólo le hacía más consciente de su relación con el ángel; ¿le quería o sólo estaba en deuda con él? ¿Dean merecía tenerlo a su lado? ¿Cuánto más iba a arrastrarlo con él? ¿Por qué no se iba si Dean no hacía más que lastimarlo? Quizá a su coraje se le sumó el hecho de que Castiel nunca reclamaba nada, nunca se enojaba a pesar del daño que Dean le causaba, recibía cada golpe del cazador con la determinación de un soldado que no se corrompe a pesar de que aquel ángel había sido corrompido hace mucho por el mismo que le causaba tanto dolor.

Yo era un corazón pesado para cargar,
mis pies se arrastraron por la tierra
y él me llevó al río
donde lentamente me dejó ahogar.

Sabía que no estaba siendo del todo justo en su descripción si, después de todo, los ángeles no sienten dolor pero algo en la mirada de Cass le decía que estaba llegando a su límite, que ya no podía seguir así con él y era mejor arreglar las cosas antes de terminar por arruinarlo todo. Cass quería hablar ¿y qué hizo Dean? Se enojó porque él quería solucionar las cosas y Dean no, se enojó y siguió empujando al ángel más y más hasta hacerlo llegar al límite. Colgándose de su espalda y hundiéndolo lentamente hasta casi ahogarlo.

Dean ya estaba hundido desde hace mucho y se aferró a Castiel con la esperanza de ser rescatado sin darse cuenta que sólo lo hundía a él a la par, ambos sumergiéndose hasta que la superficie iba desapareciendo ante sus ojos, sumiéndose en la oscuridad absoluta donde ni siquiera el brillo del ángel podía iluminar.

Mi amor tiene pies de concreto,
mi amor es una bola de hierro
enredado alrededor de tus tobillos
sobre la cascada.

Darse cuenta de eso hizo que Dean tomara una medida desesperada. Ahí, abrazado de Castiel mientras se hundían los dos tomó una decisión y presionó un poco más haciendo que el ángel se soltara de él y volviera a la superficie.

Verlo partir no fue fácil, realmente le había dolido porque una parte de él aún esperaba que se quedara, que le mirara a los ojos y le dijera que podía con eso, que no iba a abandonarlo pero habían sido ya tantas las veces en que Cass se quedó por él, tantas las veces en las que no lo dejaba partir por miedo a terminar de hundirse que en ese momento no tuvo la fuerza necesaria para rogarle que se quedara.

Ahora ahí encerrado en su habitación con la sensación de estarse hundiendo en su colchón hacía que Dean analizara la situación; si bien había tomado a Castiel esperando que nunca se fuera también lo usó como una tabla salvavidas y no sólo en el infierno; se aferró a él con la idea de que mientras el ángel se quedara a su lado él sería salvado y perdonado, fue una forma de aferrarse a lo divino sin importar que las puertas del cielo se le hubieran cerrado hace mucho tiempo.