Crush.

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Miren que tenía esto en borradores y pues...se hizo lo que se pudo. AU!Hogwarts con Cass Hufflepuff y Dean Gryffindor.

Canción: Crush de Tessa Violet, tengo está canción con un Stony en mi perfil, por si tienen curiosidad

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Uno pensaría que recibir clases de parte de un fantasma podría ser realmente genial pero lo cierto es que era aún más aburrido que recibirlas de un profesor normal. Al menos eso solía pensar Castiel cuando se encontraba en clase de Historia de la Magia impartida por el profesor Binns, que una vez murió y al parecer no se dio cuenta porque su fantasma siguió dando la clase, ¿qué tan aburrida debe ser tu vida como para que aún después de muerto sigas dando clases?

Eso era lo que pensaba Castiel, un Hufflepuff de quinto año que debería estar tomando apuntes sobre la Guerra con los gigantes y no cuestionándose la vida de su profesor fantasma, no obstante el pelinegro encontraba más interesante aquella cuestión que el hecho de gigantes peleando con magos, ¿habría sido interesante con otro maestro? Probablemente con Lupin pero no era el caso.

Suspiró sonoramente, consolándose con saber que no era el único demasiado aburrido, y apoyó el codo sobre su escritorio, teniendo cuidado con el tintero mientras jugueteaba con su pluma en el aire, haciéndose cosquillas en los labios, esperando por algo interesante en aquella clase.

Y pareciera que alguien había escuchado sus deseos pues de la nada apreció cómo el techo del aula era encantado y sobre sus cabezas aparecía el cielo teñido de rojo, causando que todos le miraran con asombro, ignorando por completo la clase del profesor Binns; Castiel sonrió con alegría cuando un descomunal dragón apareció entre las nubes, lanzando fuego y rugiendo haciendo que sus compañeras chillaran y sus compañeros celebraran la hazaña de un hechizo tan complicado como aquel.

No puedo enfocarme en lo que necesito hacer,
estoy haciéndome notar
esperando que no huyas.

Castiel miró hacia la mesa donde estaba el causante de tanto alboroto, suspirando soñadoramente al ver al Gryffindor honorario que le hacía sentir en una nube. Suspiró, acunando su barbilla en la palma de su mano, mientras el mundo entero parecía desaparecer al contemplar a aquel chico de escarlata; su cabello era un desastre de color claro, entre el castaño y el rubio, su tez parecía dorada debido al sol y su cuerpo estaba muy bien trabajado por el Quidditch; poseía unos brillantes ojos verdes que siempre se mostraban risueños y su sonrisa.

Castiel volvió a suspirar, dejando su pluma a un lado y tomando su varita, sintiéndose de mil maneras estúpido por comportarse así pero le era inevitable. Dean Winchester, el golpeador del equipo de Gryffindor, le gustaba desde tercero y aunque compartían amigos y habían charlado en algunas ocasiones nunca parecían cercanos, Castiel se sentía más como un conocido amigable que un amigo.

Pero ¿acaso podían culparlo por enamorarse así? Era Dean, el chico tan agradable, divertido, valiente y atractivo de todo Hogwarts. Todo un Gryffindor y Castiel era tan Hufflepuff que daba pena, o eso decía su hermano Lucifer, que era Slytherin y estaba en su último año.

— ¿Quién carajos apareció corazones en toda el aula?—escuchó que se quejaban.

Lejanamente atendió el asunto, siguió contemplando el ceño fruncido de Dean mientras su sonrisa aún se mantenía en sus labios. La mirada de Dean recorrió todo el salón antes de que sus ojos se encontraran en la distancia, haciendo que Castiel parpadeara saliendo de su ensoñación y sintiera el rubor colorear sus mejillas al ser atrapado infraganti; Dean pareció divertido, enarcando una ceja, a lo que Castiel miró a su varita de la cual salían chispas rosadas, burbujas que después se transformaban en corazones que parecían flotar por toda el aula y cuando alguien los reventaba sonaba un suspiro.

Te Seguiré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora