Te Seguiré.

Bad Reputation.

ioro con esta rola alv. Hecho con sentimiento pero quedando bien cagado c:

Ya sabe, le cambié el femenino al masculino de la canción original but su esencia es la misma, igual duele :v

Canción: Bad Reputation de el hermoso y bello y sensual y mi futuro marido Shawn Mendes.

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—Lo hicimos en su auto, ¿puedes creerlo?—Cass frunció el ceño ante el entusiasmo de aquella chica—Fue bueno.

—Nosotros lo hicimos mientras estudiábamos para el examen—alardeó la castaña haciendo que Cass la mirara con interés—Digo, era biología, nosotros decidimos estudiar a conciencia el cuerpo, si saben a lo que me refiero—las cinco muchachas que estaban con Cass se soltaron riendo ante esa declaración.

Él tiene una mala reputación,
toma el largo camino a casa,
y todos mis amigos lo han visto desnudo,
o eso dicen las historias.

Todas se encontraban alardeando sobre cómo habían tenido su turno con Dean Winchester, el chico problema que vagaba por los pasillos y que rara vez entraba a clase. A Cass le molestaba que hablaran de él de esa manera, que alardearan el haberse acostado con él como si fuera un objeto sexual del cual ya hicieron uso para luego tirarlo, era una persona ¡joder! Una perdona no merecía ser tratada de esa forma, ¿por qué lo hacían?

Castiel conocía a Dean más que todas esas personas que decían cosas de él, lo conocía por el simple hecho de que vivían uno frente al otro y todos los días Cass lo veía llegar más tarde que él porque sabía que Dean tomaba el camino largo cuando no traía el impala; siempre lucía cansado, como si cargara el peso del mundo en sus hombros pero Cass lo veía poner una sonrisa cuando un pequeño de seis años salía de la casa y corría a abrazarlo como si se olvidara de todo. Cass lo veía salir por las noches y ya no sabía de él hasta el día siguiente, si es que iba a la escuela o no, y era por eso que se molestaba con sus amigas por decir esas cosas de él, por decirle que era más puta que una prostituta o porque alardean que seguramente vende drogas y por eso nunca va a clases.

Cansado de escuchar todas sus tonterías tomó su mochila y se excusó alegando que si no se apuraba a irse su madre iba a regañarlo. No se molestó en esperar una respuesta, estaba molesto con ellas, y se dio la vuelta saliendo de la cafetería a la que él ni siquiera había querido ir después de clases.

No era un secreto que a Cass le gustaba Dean, todos parecían saberlo y sus amigas parecían esforzarse más para que no le guste; comenzaban a hablar de él como si Dean fuera una cosa sin sentimientos pero Cass siempre hacía oídos sordos, en especial cuando ellas comenzaban a alardear sobre que pasaron la noche con él. No le importaba lo que dijeran de él, estaba seguro de que eran mentiras porque en las pocas veces que había hablado con Dean parecía un chico genial, uno divertido y que tenía tanto sobre su espalda que parecía querer explotar.

Errores, todos los cometemos,
pero ellos no lo dejarán pasar.
Él tiene una mala reputación,
pero sé lo que ellos no...

Comenzó a andar por las calles sintiéndose confortado con la idea de no estar demasiado lejos de casa, llegaría pronto y tendría tiempo de hacer la tarea. Suspiró sonoramente antes de mirar hacia la acera de enfrente y encontrarse a Dean caminando aprisa con aquella larga zancada que tanto le caracterizaba; iba cabizbajo con los hombros encorvados mientras la mochila golpeaba su espalda baja. Cass se detuvo en medio de la banqueta y miró a donde estaban sus amigas, reían escandalosamente y miraban al frente señalando a Dean.

Sin más cruzó la acera teniendo cuidado de no ser arrollado y corrió dándole alcance a Dean, de todas formas vivían por donde mismo.

—Dean, hola—lo llamó atrayendo la atención del chico, que sonrió tímido— ¿Ya vas a tu casa?