Llegué a la conclusión de que si el Sabriel tuviera una banda sonora, sería compuesta por Melanie Martinez jsjsjs
Canción: Gingerbread Man de Melanie Martinez.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
"No tengas tanto miedo de morder, quiero que nos comamos el uno al otro."-Melanie Martinez.
...
Gabriel Shurley trabaja como repostero en una pastelería del centro de Nueva York.
La zona provocaba que fuera demasiado concurrida así que se veía todo el día de arriba abajo haciendo infinidad de pastelillos, postres, galletas y tanto más que oler en él el dulce era tan común; a veces terminaba cubierto de harina de pies a cabeza, otras veces de jalea o chocolate, se había despedido de arreglarse las uñas al encontrarlas siempre llenas de masa o caramelo, estaba acostumbrado a llegar con la ropa algo sucia debido a que no siempre el delantal cumplía con su trabajo.
En resumen, Gabriel amaba su trabajo, era feliz en la pastelería Heaven en la Gran Manzana y siempre hacer algo nuevo con los caramelos pero, como no, estaba ese dicho de "afortunado en el dinero, desafortunado en el amor."
Aquella mañana de otoño, donde el aire comenzaba a helar y Gabriel sabía que el menú de aquella temporada sería de halloween y tendría que despedirse de los colores, estaba arrastrándose hacia el trabajo después de que su novio lo terminara por mensaje de texto. Exacto, ¡un maldito mensaje de texto! ¡Y luego bloqueó el número! Está de más decir que Gabriel lloró parte de la noche y durmió terriblemente mal.
— ¡Buen día, Gabe!—saludó el chico que atendía la caja, Alfie, con una enorme sonrisa que hizo que Gabriel gruñera—Mala mañana, ¿eh?
Había algunos clientes haciendo que Gabriel sospechara del regaño que se iba a llevar de su jefa Naomi por demorar tanto. Usaba lentes oscuros mientras se adentraba a la cocina sin regresarle los buenos días a Alfie, ¿qué tenían de buenos? Acababan de botarlo como si Gabriel no fuera nada, como si no se mereciera una maldita explicación o al menos una ruptura de frente.
Siempre se había caracterizado por ser alegre, soy colores neón solía decirle a las personas mientras sonreía de tal manera que encandilaba a todos. Era muy jovial, no había quién le pusiera el freno pero, respecto a chicos su radar estaba tan estropeado.
Solía terminar liándose con idiotas; primero estuvo Asmodeus, del que Gabriel huyó cuando comenzó a golpearlo; después vino Dean, que sólo se había acercado a Gabriel para llegar a su mejor amigo (y en realidad no le guardaba rencor a ninguno pero él y Dean no se soportaban); después estuvo Rowena, que lo dejó por un banquero más joven que Gabriel. Y ahora estaba Ketch, que sólo le había dicho que estaba harto de él ¡por mensaje! Ni siquiera una maldita llamada.
Estaba cuestionándose si realmente él era el problema de todo aquello.
— ¡Gabriel!—gritó Naomi sacándolo de sus cavilaciones.
El cacao en polvo que quedaba en su recipiente salió volando por los aires en una nube marrón debido al susto. La mezcladora frente a él seguía encendida y debido al sobresalto casi la volquea derramando la mezcla para los cupcakes que hacía.
El hombre que apenas si pasaba el metro con sesenta miró a su jefa, alarmado, preguntándose si se habría equivocado en algo.
—Te escucho perfectamente, Naomi, no me grites—gruñó Gabriel recomponiéndose del susto.
—Ni tanto, llevo cinco minutos llamándote—su jefa se cruzó de brazos enarcando una ceja de manera casi artística que le intimidó—Quiero un pedido 100 hombres de jengibre para mañana temprano.
ESTÁS LEYENDO
Te Seguiré.
FanfictionUna recopilación de One Shots de Destiel y Sabriel escritos en mis momentos depresivos porque me ayudan a sacar esa cosa de mi cabeza para no cagarla en mis otras historias así que no esperen encontrar cosas lindas en su mayoría, claro que intentaré...