Te Seguiré.

Partisano.

Recuerdos de Vietnaaaaam así que no me hago responsable. Basados sobre una de las cosas más estúpidas, ridículas e inútiles que ha inventado el hombre. La Guerra.

Imagen de fanart inspirada, basada y hecha para el hermoso, desgarrador y doloroso fanfic de Twist & Shout :'v créditos a quien corresponda.

Canción: Partisano de Miguel Bosé.

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Padre, madre, un abrazo. Volveré
Héroes, causas de un poder absurdo
Guerra, odio...no he entendido bien por qué
Vivo, muerto por un mundo nuevo

Nubes de polvo, pedazos de metralla volando por todos lados. Gritos y amenazas siendo lanzadas al aire mientras tanques destrozaban todo. Eso se veía últimamente en las noticias y nadie se preguntaba cómo era que habían conseguido las imágenes, sin embargo eran incapaces de apartar la mirada.

Dean hizo una mueca al ver los noticieros hablar sobre lo que pasaba en medio oriente, sintió nauseas al contemplar su bandera ondear en el fondo de todas esas imágenes y podía apostar a que su desayuno no tardaba en ser regresado por su boca. Incluso sintió repulsión cuando el conductor de la cadena, Marv, justificaba todo aquello alegando que era por el país.

Había un nudo en su garganta que le impedía expresar lo indignante que le era aquello, era una sensación de ahogo lo que le quitaba el habla y las ganas de gritar que detuvieran eso, que no había necesidad de masacrar a miles por un simple...ni siquiera sabía por qué estaban peleando. ¿Qué país justificaba masacrar a otros? Todo era tan...irritante.

—Puedo apagar eso—habló una de sus compañeras haciendo que Dean dejara de ver el televisor—No parece gustarte.

—No lo hace—habló el interpelado—Es horrible, ¿cómo pueden justificar eso, Anna?

—No lo sé—la joven mujer suspiró mientras apagaba el televisor—Sólo espero que termine pronto, mi hermano está al frente.

—Dean—habló una compañera atrayendo su atención interrumpiendo si conversación—Te llegó correó a la empresa hoy, ¿sabes por qué?

Dean sabía de qué era esa carta y la razón por la que le había llegado a las oficinas donde trabajaba. Sonrió a su compañera Amara mientras tomaba el sobre que le extendía y lo estrujó en un puño mientras las imágenes que la televisión había proyectado aún se encontraban en sus retinas.

—Me estoy cambiando de domicilio—aclaró con una sonrisa—No quería que se perdieran mis cartas. Iré a mi cubículo.

Se despidió de ambas mujeres que asintieron antes de ponerse a platicar entre ellas sobre sus parientes que estaban al frente, muchos tenían al menos un pariente en medio oriente, Dean tenía a su hermano Sam pero hacía tiempo que no recibía noticias de él. Ellas hablaban con la esperanza de que todo eso terminaría pronto, de que ya no sería necesario que las familias se encontraran llenas de temor sin saber si volverían a ver a sus seres queridos.

Dean era periodista y aún así odiaba las noticias de aquello que dominaba el país, odiaba tener que ir de un lado a otro entrevistando familias y escribiendo notas de cómo los soldados que volvían a casa de la guerra relataban aquella experiencia. Toda una sección para su propio trabajo sobre el tema, cada palabra escrita en cada artículo le provocaba nauseas porque no eran experiencias bonitas, ¿por qué tenía que hacer aquello? ¿Por qué relataba la historia sobre cómo disparaban armas si ni siquiera sabían el por qué lo hacían?

Lo único bueno que le había pasado de todo aquello era la de escribirle a alguien del frente debido a que una carta le había llegado por error a su domicilio y, aunque sabía que no debía abrir correspondencia ajena porque era delito federal, al no ver un destinatario en el sobre la leyó porque esa era su dirección y había esperado que se tratara de Sammy, que ya se estaba temiendo lo peor.