Te Seguiré.

Gateway Drug.

Amo a esta viejaaaaa aaaaahhhh sus canciones son lo mejooooor.

Canción: Gateway Drug de Bebe Rexha.

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Castiel se encontraba sentado en su colchón terminando la tarea de historia, ignoraba la hora que era pero suponía que era muy tarde y que debería de estar durmiendo ya pero no podía hacerlo. Necesitaba terminar aquel trabajo esa noche sino se distraería con cualquier otro y cuando menos pensara sería día de entregarlo.

Me llamaste a las 3AM
un viernes por la noche
diciendo que no te sientes bien.

Estaba tan centrado en anotar cómo es que la antigua Mesopotamia se organizaba en sus modos de cultivos que el timbre de su teléfono lo sobresaltó haciendo que una línea negra apareciera en sus apuntes. Maldijo en voz alta lanzando el bolígrafo al otro lado de la cama y estirándose para alcanzar el maldito aparato en el mueble. Eran las tres de la mañana, ¿a quién se le ocurría mandarle un mensaje a semejante hora? No es que estuviera dormido pero fácilmente podría estarlo.

Sobre la barra de notificaciones aparecía un solitario mensaje que removió las entrañas de Castiel haciéndolo sentirse sofocado y molesto.

D.W:
¿Podemos vernos? Estoy en el estacionamiento.

Oh no, Castiel negó con la cabeza, asustado, mientras volvía a alejar el teléfono de él como si se tratase de una serpiente. Ya conocía esas peticiones, ya sabía cómo empezaban y cómo terminaban y no iba a volver a caer como hace días, y la semana pasada, y hace un mes. No, ya no. No volvería a caer ante aquello, ya no. Decidió que mejor dejaba la tarea para el día siguiente y comenzó a guardar todos sus útiles aparentando que ese mensaje no había llegado.

Necesitas ver mi cara ahora mismo,
no lo has terminado,
sólo quieres hablar un poco.

Una vez la cama estuvo desocupada se dejó caer en la almohada mientras tomaba la manta y se envolvía con ella como si se tratara de una capa de invisibilidad, así desaparecería y no tendría que responder aquel mensaje. Sin embargo, a pesar de su reticencia a ignorarlo, tomó el aparato y lo desbloqueó entrando a aquel chat. Vio de nuevo el mensaje recién llegado y luego deslizó el dedo de manera que pudo encontrar un mensaje más antiguo, de hace unos meses, que le recordaba por qué no debía de aceptar bajar al estacionamiento.

Si quieres hablar,
hablemos de cómo me dejaste con un texto tan frío,
aunque moriría por verte no confío en conocerte
porque ambos sabemos...

D.W:
Oye, he estado pensando y...
bueno, creo que es mejor dejarlo acá.
Sí, es eso. Es todo, adiós.

Castel aún sentía que le daban una patada en el estómago cuando leía ese mensaje, aún sentía que el ácido trepaba por su esófago amenazando con salir de su boca. Suspiró y se sentó en la cama comenzando a teclear una respuesta.

Castiel:
¿Para qué? ¿Ya viste la hora?

Ni siquiera le sorprendió no esperar por la respuesta, apenas había enviado el mensaje éste ya había sido leído y ya estaban escribiendo una respuesta. Castiel se pasó la mano por el rostro con exasperación y frustración deseando arrancárselo, si Gabriel se enteraba iba a golpearlo hasta que se volviera tan morado como una uva. Al menos eso le dijo la última vez.

Que tus besos son una entrada a la droga,
una vez que tienes uno nunca es suficiente.
Tus besos son una entrada a la droga,
una vez que tienes uno nunca es suficiente.