Call Me When You're Sober

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Destiel Au.

Canción: Call Me When You're Sober de Evanescence.

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—Por favor, Cass, no lo volveré a hacer—Castiel suspiró mirando el rostro bañado en llanto de Dean—Entiende, no me dejes, no por favor.

No me llores
si me amaras
estarías aquí conmigo.
¿Me quieres? Ven a buscarme
¡Decídete!

Castiel ya estaba llegando a su límite de todas las veces en que esa escena se estaba repitiendo en su vida, todos los días parecía ser lo mismo y él siempre perdonaba a Dean ¿por qué? Porque lo amaba, una patética excusa para los desplantes que le hacía el rubio día a día. Bueno, tal vez Cass estaba siendo un poco injusto, había días en las que las cosas marchaban bien, días en los que de verdad parecían una pareja de enamorados pero Castiel sabía que después de esos días, después de esa calma, vendría el desastre de estar a punto de lanzarse los trastos en la cabeza.

—Es lo mismo contigo cada vez—gruñó Castiel apartándose de los brazos de Dean—Juras y pre-juras que no volverás a hacerlo, que fue un accidente y que no te deje y te perdonaré y volverás hacerlo, ¡eso haces siempre!

Dean lloriqueó aferrándose a su suéter, Cass odiaba que llorara, odiaba verlo de esa manera pero estaba harto, cansado, sentía que no podía seguir así, no cuando Dean se esmeraba a cada momento en ponerle los cuernos con cualquier chica bonita que se encontrara en un bar, llegaba borracho a casa y a Castiel le tocaba limpiar el desastre que hacía y tener que soportarlo en la mañana, ¿acaso era justo? ¿Acaso era más su amor por él que el amor propio?

—No, bebé, no fue así. Ella se cayó y yo...

—Ah, ¿se cayó en tu polla sin más?—Castiel se apartó cruzándose de brazos—No me vengas con excusas, Winchester, yo te vi.

—Cass, por favor—tomó su mano—Sabes que no te dejaría, te amo. No sé que haría sin ti.

¿Debería dejarte caer?
¿Perderlo todo?
Para que así, tal vez,
puedas encontrarte a ti mismo.

Eso era lo que más le dolía a Castiel, que le dijera que lo amaba, que era su todo. Le dolía verlo de esa manera porque le recordaba lo herido que estaba Dean, le recordaba que tenía que tenerle paciencia pero no podía, ya no podía. Había dado todo de él por esa relación, se había aferrado con uñas y dientes a lo que fueron sin darse cuenta de que ya no podían serlo, ya no había futuro si Dean no cambiaba.

Cass sospechaba que Dean lo sabía, en su interior sabía que lo que hacía no era lo correcto pero tampoco lo intentaba, o lo hacía al menos durante tres meses, se volvía el novio de ensueño llevándolo a comer, comprándole rosas, haciéndole regalos que Cass amaba pero pasado un tiempo volvía a lo mismo; volvía a culpar a Cass de todo, volvía a llegar ebrio a casa, se acostaba con quien se le pusiera en frente y luego se burlaba cuando Castiel le reclamaba. Cass ya lo había echado de casa en dos ocasiones y Dean siempre marcaba ebrio pidiéndole perdón, prometiendo que no volvería a pasar.

No puedo seguir creyendo,
sólo nos estamos engañando a nosotros mismos,
y estoy harta de la mentira.
Es demasiado tarde.

No quería darle la espalda, no quería soltarlo pero Dean no quería salir del hoyo donde estaba y lo único que lograba era arrastrarlo con él y Cass no podía permitírselo, no de nuevo.

—Sabes...sabes que no podemos estar separados—Dean tomó el rostro de Castiel con ambas manos y colocó su frente sobre la del pelinegro—Sabes que no se puede, que eres mi vida y yo la tuya, lo sabes, bebé—Cass cerró los ojos con fuerza oliendo el alcohol en el aliento de Dean—Lo haré mejor, te lo prometo. No volverá a pasar.

Te Seguiré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora