[Libro 3: Saga de Brotherhood]
Desde que se puso en contacto con su hermano por los últimos años, Milo Fleamont Potter había entrado a otro mundo de aventura, unido a problemas y sin mencionar, a inmenso peligro. Sin embargo, no se arrepentía de nad...
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Milo estaba sentado en su cama, con su nueva varita en la palma de su mano, aún sin saber cómo debería sentirse al recibirla temprano esa mañana. Su madre se había asegurado de ir a la tienda de Ollivander porque no había forma de reparar la vieja. Estaba bastante molesto porque se había apegado mucho a su varita y toda la mañana estuvo ansioso, pensando en cómo sería ésta. Al principio, se había convencido de que podría encontrar una varita que fuera increíblemente similar a la última, pero su madre no quería que terminara decepcionado y le dijo que desde su primer año al cuarto, Milo había crecido y podría no ser la misma. Aún sin estar listo para despedirse de su vieja varita, Milo se había quedado con los restos y los había sellado en una caja que descansaba en el primer cajón de su cómoda.
Su nueva varita estaba hecha de manzano que Ollivander había encontrado bastante apropiado. Era una varita que no era hecha en grandes cantidades porque era difícil encontrarle un mago o bruja. En especial porque, como explicó Ollivander, la varita quería un dueño que se pusiera grandes metas junto a buenos morales que combinaran. No era una varita que pudiera ser usada en las Artes Oscuras, como si eso alguna vez hubiera pasado la mente de Milo. Pero Milo la encontró extraordinaria, mientras Ollivander seguía discutiendo que la madera de manzano también era atraída a aquellos que eran decentes hablando los lenguajes de otras criaturas mágicas.
Milo no hablaba pársel como su hermano, pero se había enseñado a sí mismo un poco de Troll de río y Sirenio. Aunque estaba seguro de que si llegara a hablar con cualquiera de las especies, se reirían de su pobre gramática y dialecto, al menos lo estaba intentando. Pero creyó que era bastante entretenido que una varita pudiera caer en cuenta de tanto sin que nadie más lo hiciera. Y para hacer las cosas todavía más especial, Ollivander lo llevó a un lado para explicarle la especial adición de la varita de Milo. El núcleo común era pelo de unicornio, haciéndola tan leal como las otras que compartían el núcleo, sin embargo, también tenía un pelo de demiguise.
El chico casi se desmaya en la tienda al escuchar eso, nunca antes había escuchado de tal combinación, pero como era usual, Ollivander tenía una buena explicación. El pelo de demiguise no tenía el suficiente "oomph" para ser la única parte del núcleo, sin embargo, siendo combinado con otro especialmente con uno tan consistente como el pelo de unicornio, era una impresionante adición.
—En especial en Transformaciones —dijo Ollivander guiñando el ojo, y Milo sostuvo el aliento por unos segundos. No estaba seguro de cómo reaccionar a tal situación, sin saber si Ollivander se las había arreglado para descubrir las nuevas metas de Milo en Transformaciones o si el hombre solo se refería a que el chico seguía los mismos pasos de su madre. De cualquier forma, Ollivander no dijo nada más sobre el tema, dando detalles adicionales de la varita de Milo, como que medía 24 centímetros y advirtiéndole a Milo que tuviera cuidado con su varita. Como si Milo hubiera anticipado que un túnel le caería encima porque su profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras lo había atacado a Ron, Harry y a él intentando hacer que olvidaran todo. Habría estado bien recibir una advertencia de ello.