Chapter Sixty-Four

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—Míralo, Max, está radiante —señaló Heidi a Milo cuando el chico entró al Gran Comedor la mañana siguiente, y cuando la Hufflepuff lo miró, parecía ser cierto. Milo tenía una brillante sonrisa en su rostro, como si nada en el mundo pudiera arruinarlo, y con razón, después de lo que Cedric había hecho, no había forma de quitarle el buen ánimo a Milo. Tomó a todos por sorpresa, incluyendo a Milo, cuando Cedric lo atrajo en un beso en frente de los miembros de la fiesta que quedaban, incluyendo a los estudiantes de Gryffindor. Pero en ese punto, era claro que a Cedric no le importaba la reacción de nadie. Estaba haciendo obvio cómo se sentía por Milo y quería que todos lo supieran.

No solo besó a Milo abiertamente, también se refirió a él por el apodo de "Guapo", y ya no en un tono de broma como otros solían entenderlo. Había significado y honestidad detrás de Cedric llamando Guapo a Milo. Cuando salió de la Sala Común de Hufflepuff con Heidi y Max, acompañando a los Gryffindors fuera, Cedric recibió un regaño. Sin embargo, no fue una mala respuesta como había esperado. Harry sabía lo que sucedía, pero Hermione y Ron solo podían preguntar "¿Desde cuándo?" y "¿Hace cuánto sabe Harry?" Luego estaban los gemelos Weasley que estaban ofendidos por la idea de que Milo no les dijera antes, ellos lo apoyarían por sobre todos los demás.

Mientras Cedric explicaba cuidadosamente la razón por la que los chicos no eran abiertos sobre ello, Milo se quedó en la sala común con los otros Hufflepuffs. Claro, el sentimiento del beso duró por un poco más, quedándose ahí con una expresión atontada hasta que se dio cuenta que sus compañeros de casa lo estaban viendo. Al principio, se hizo el silencio y Milo no sabía si esperaban que él hablara primero o si solo necesitaban unos segundos más para recomponer sus pensamientos. De cualquier forma, fue uno de los compañeros de cuarto de Cedric quien fue el primero en decir que estaba feliz por los dos, aunque dijo que ya tenía sus sospechas.

Milo estaba en una especie de shock, no solo por el beso, sino por el hecho de que todos se veían bien con ello. Sí esperó que sus compañeros de casa fueran más tolerantes en comparación de otros, pero que unas chicas se le acercaran y empezaran a preguntarle todo tipo de cosas hizo que se sonrojara y que ellas rieran; fue todo un alivio.

Los otros estaban bien con todo y Milo no podía estar más feliz. Cuando Cedric regresó, fue hacia la habitación de Milo, sin saber qué esperar cuando regresó a la Sala Común, pero estuvo aun más sorprendido, de buena forma, por la respuesta que tuvieron. Los demás los estaban felicitando, algunas chicas lo llamaron valiente, mientras el resto de miembros del equipo de quidditch y compañeros de casa le dijeron que, si alguna vez tenía algún problema con alguien diciéndole algo, estarían de su lado. Y no solo del suyo, sino también del de Milo.

Nadie iba a meterse con el gatito de Cedric.


—¿Has dejado de sonreír desde ayer? —le preguntó Heidi cuando Milo se sentó con una expresión soñadora en su rostro. No respondió de una vez, haciendo que las chicas intercambiaran miradas antes de que Max se inclinara por la mesa y chasqueara los dedos en frente de él.

PRONGSLET AND THE CERYNEIAN GUARDIAN ⟶ Harry Potter [ESPAÑOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora