PRONGSLET AND THE CERYNEIAN GUARDIAN ⟶ Harry Potter [ESPAÑOL]

Chapter Fifty-Nine

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Lo último que Remus esperó al ser llamado a la oficina de Severus fue no ver solo a Harry sino también a Milo con expresiones conmocionadas, mientras él salía fuera de la chimenea al ser convocado. Harry se veía afligido, pero cuando los ojos verdes cayeron en Milo, su ahijado le dio una sonrisa descarada que ya estaba rogando por perdón. No estaba seguro de qué había hecho, pero era claro que ahora dependía de él para salir de ello. Con un suspiro pesado, el hombre se sacudió su raída túnica y se giró para enfrentarse al siempre irritante Severus, que aún se veía furioso por lo que sea que ocurrió antes de su llegada.

—¿Llamaste, Severus? —preguntó, alejando su mirada de Milo, quien finalmente bajó la mirada.

—Ciertamente —empezó Severus, yendo hacia su escritorio, con su túnica revoloteando detrás de él, como si tuviera un dementor pegado a su espalda, siguiéndolo—. Le he dicho a Potter...

—¿A cuál? —Remus no pudo evitar burlarse un poco, ganándose una risita de Milo, sin embargo, Severus lucía a punto de explotar—. Después de todo, hay dos de ellos.

Severus miró en dirección de Harry y Milo, para su mucha molestia, fue Milo el que ofreció una pequeña forma de recordarle que seguía de pie detrás de su hermano. Los dientes del hombre rechinaron, y su mandíbula se apretó lo que hizo que su rostro se viera aún más pálido, si es que eso era posible.

—El pequeño —gruñó—, como estaba diciendo, le he dicho a Potter que vaciara sus bolsillos y llevaba esto.

Cuando Severus señaló el pedazo de pergamino, Remus miró de cerca y su corazón se saltó un latido aunque su expresión seguía siendo calmada. Por el bienestar de los chicos, no se atrevió a ver a ninguno de los dos, pero al leer su apodo junto el de sus difuntos hermanos y aquel que solía serlo, su corazón se estrujo y su pecho dolía. El hecho de que Severus siquiera haya tocado el mapa llevó un sentimiento desagradable para Remus, pero mantuvo su compostura antes de que sus pensamientos fueran interrumpidos por el otro hombre de nuevo.

—¿Qué te parece?

Harry dio una ansiosa mirada en dirección de su hermano, sin embargo, la mirada de Milo estaba en el mapa. Como el chico no sabía que había sido de Milo el que le pidió a los gemelos que le dieran el mapa, Harry debía preguntarse por qué Milo se veía apegado a el mapa.

—Este pergamino está claramente encantado con Artes Oscuras. Entra dentro de tu especialidad, Lupin. ¿Dónde crees que lo pudo conseguir Potter?

Finalmente, Remus se recompuso, aclarándose la garganta y dándoles una mirada de advertencia a los dos chicos. Era una mirada que claramente decía "cállense-y-dejen-que-me-encargue-de-esto". Ni Harry o Milo protestaron, quedándose en silencio, mirando de uno al otro hombre.

—¿Con Artes Oscuras? —respondió Remus con una pizca de diversión en su voz—. ¿De verdad lo crees, Severus? A mí me parece simplemente un pergamino que ofende al que intenta leerlo. Infantil, pero seguramente no peligroso. Supongo que Harry lo ha comprado en una tienda de artículos de broma.