Chapter Seventy-Three

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No había necesidad de decir que Milo estaba muy confundido por haberse transformado en un ciervo, por dos razones: uno, no había completado su entrenamiento animago para transformarse por sí mismo, y dos, su patronus corpóreo ni se acercaba a su forma animaga. Normalmente, el patronus era un gran indicador de lo que sería, y pasar de un gatito a un ciervo, era muy confuso. Sin embargo, era más que conveniente, al poder correr rápido por el suelo del bosque para atrapar a Peter. No había forma de que dejara escapar a la rata, solo esperaba que todos los demás estuvieran bien cuando regresara.

Al empezar a correr, sintió luz a su lado y se giró abruptamente. A su derecha, estaba la Cierva de Cerinea siguiéndole el paso. Debió haberlo sabido, era obra de Artemisa. Quizá no podía aparecerse en ese momento, pero sí cumplió su palabra de proteger a la familia Potter tanto como pudiera. La luz dorada que emitía la Cierva parecía iluminar todo el bosque, mientras ambos corrían al lado del otro. La luz permitió que Milo viera a todo aquel que estuviera en el suelo del bosque, incluyendo a Peter.

Se esforzó tanto como pudo mientras Peter corría en zigzag por el área para sacarse al chico de encima. En un momento, Peter se giró y eso lo llevó a su derrota porque la rata no esperaba ver a un ciervo arremetiendo contra él. La rata perdió el equilibrio y tropezó sobre una gran raíz, cayendo en el claro del bosque y deslizándose por él. Rápidamente quiso ponerse de pie e intentar huir de nuevo, pero Milo saltó directamente dentro del claro, y aterrizó en la cola de la rata con su pezuña.

Peter dejó salir un chillido de dolor en el aire, estando boca arriba, mirando al ciervo. No podía ver a la Cierva de Cerinea como Milo, pero no necesitaba verla para temer. Estaba temblando, mientras el gran ciervo elevándose sobre él, jadeando con ira en lo que Milo intentaba recuperar el aliento.

De lo que Milo no estaba al tanto era que el temor de Peter se debía no solo por haber sido atrapado, sino porque creía que fue el mismísimo y difunto James Potter quien lo hizo. Cómo era posible, no estaba seguro, pero ahora todo regresaba para atormentarlo por sus crímenes. Intentó moverse, casi como si fuera a huir de nuevo. En pánico, Milo no iba a dejarlo ir, pisando con fuerza con sus pezuñas y escucharon el sonido de un crujido debajo.

El grito de Peter en la noche pasó de ser el pequeño chillido de una rata al grito de un hombre, cuando Peter salió de su forma animaga. Milo dio unos pasos hacia atrás, viendo cómo la mitad superior del cuerpo de Peter se retorcía de dolor, pero la parte inferior se quedaba quieta.

—¡No siento mis piernas! —gritó Peter—. ¡No puedo sentirlas, mis piernas! —intentó levantar la cabeza para mirar hacia bajo, preguntándose en un punto si sus piernas se habían desvanecido. Pero claramente continuaban pegadas a su cuerpo, era solo que había perdido la sensibilidad en la parte inferior de su cuerpo por el momento. Cuando vio al ciervo aún viéndolo, Peter levantó sus manos intentando defenderse.

PRONGSLET AND THE CERYNEIAN GUARDIAN ⟶ Harry Potter [ESPAÑOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora