PRONGSLET AND THE CERYNEIAN GUARDIAN ⟶ Harry Potter [ESPAÑOL]

Chapter Fourteen

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Milo ni siquiera fue el que Artemisa describió como corrupto, pero se sintió directamente ofendido y protector por su hermano menor. ¿Qué había hecho Harry para que su sangre fuera considerada corrupta por la diosa? Si algo, había tenido la peor suerte cuando se trataba de sus vidas, pero por la mayor parte, Milo creía que estaba bastante bien. Significando, que Harry pudo haber resultado ser mucho peor, pero se las arregló para superar todas las dificultades. Así que, ¿en qué estaba basando Artemisa su razonamiento? ¿Podría Milo hacerle cambiar de parecer? Aparentemente, estaba al tanto de lo que planeaba, porque la escuchó reír.

—¿Intentas convencerme sin escuchar mis razones? —dijo, haciendo que Milo mirara con vergüenza al suelo. Era una cosa que lo regañaran, otra que lo hiciera una diosa, era aún más penoso.

—Es... es mi hermano —le dijo Milo—. Haría lo que fuera por él.

—¿Y él haría lo mismo por ti? —Artemisa respondió. Su voz no sonaba maliciosa, en su lugar, parecía curiosa por saber su opinión. Milo la miró por unos momentos, intentando leer su expresión y descubrir si estaba queriendo hacer una indirecta a algo, pero su rostro se mantuvo tranquilo, esperando por su respuesta.

—Ahora mismo, no lo creo honestamente, pero si las circunstancias fueran diferentes...

—Es decir, que si estuvieras a punto de morir de nuevo, ¿se quedaría a tu lado?

Milo no era un fan de cual fuera el juego que estaba intentando jugar. No quería que su hermano fuera visto en una mala luz por lo que había hecho. Creía que su hermano tenía todo derecho de enojarse e incluso cuando no estaban peleando, ambos no eran tan cercanos, resultado del tiempo que habían pasado lejos del otro.

—Harry está enojado conmigo por lo que hice, le oculté...

—¿Y él nunca te ha ocultado algo que tuviste que descubrir por ti mismo?

—¡No está corrupto! —dijo Milo molesto, frustrado porque no podía discutir con lo que decía Artemisa, y para empeorar las cosas, ella estaba de lo más calmada, aturdiéndolo más en el debate—. Es joven y la vida no ha sido muy justa con él.

—¿Y por cuánto continuarás con esa mentalidad, Milo? ¿Por cuánto te apoyarás en esa muleta? Hay muchos que nacieron en vidas injustas, ¿qué hace que a unos ello nos lo detengan mientras otros se alimentan de ello?

El chico en su forma de ciervo solo miró a la diosa, sin saber qué quería que le respondiera.

—Es solo un niño —Milo susurró finalmente—, y es mucho para él. No debería ser castigado por nada de esto. No está contaminado, sólo perdido. Si crees que su sangre está corrupta, entonces eso significa que la mía también.

—No, Milo, hay una diferencia entre tu hermano y tú, sin importar sus reacciones a los eventos que han ocurrido, su sangre ha sido corrupta desde que era joven. No puedo ayudar a aquellos que tienen la más mínima probabilidad de ser corruptos y tu hermano puede caer en ese lado, solo el tiempo lo dirá. Pero su sangre se quedará así...